07 de noviembre de 2019
El racismo y xenofobia son posibles gérmenes de otros problemas igualmente graves. “Tal vez son asuntos que originan otros grandes desafíos que urge solucionar”, afirmó Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades de la UNAM.
Al participar en la puesta en marcha de los trabajos del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Racismo y Xenofobia (Surxe), destacó que se trata de un asunto complejo que debe enfrentarse con energía.
“Con el poder de convocatoria del seminario, estamos dando un paso para demostrar que la Universidad está dialogando consigo misma a través de sus entidades, para establecer puentes”.
Guadalupe Valencia García, directora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), sede del Surxe, expuso que “el racismo es la primera y última de todas las formas de desigualdad, tal vez en su dimensión más profunda, la que cala más hondo, la más estructural, estructurada y estructurante”. Es la punta del iceberg, la que asoma el síntoma de muchas otras desigualdades.
En opinión de Mario Luis Fuentes, titular de la Coordinación de Proyectos Especiales de la UNAM, la discriminación y la desigualdad expresadas a través del racismo y la xenofobia “están en el centro de la matriz que hace que la pobreza, marginación, exclusión y rezago social incidan con mayor dureza”.
Es complejo transformar esas estructuras. Cambiar la causa de muchos de los fenómenos sociales es uno de los grandes desafíos de toda política, dijo.
Asimismo, expresó su deseo porque las reflexiones surgidas se traduzcan en acciones para que cualquier estudio en la materia vaya encaminado a transformar la realidad.
Olivia Gall, coordinadora del Surxe, destacó que racismo y xenofobia son manifestaciones de fenómenos sociales vinculados al ejercicio del poder y la dominación, mismos que afectan a diversos pueblos, grupos y comunidades.
Cada uno de ellos está constituido por prejuicios, estereotipos, sistemas de clasificación, creencias, sentimientos, ideologías, prácticas sociales e institucionales que contribuyen a generar y profundizar las desigualdades, injusticias y creencias, explicó.
En el Surxe “nos toca mirar al mundo y a México, cada uno en su situación particular, y debemos tener un concierto de voces para que la UNAM, como la más importante institución de educación superior, tenga un papel trascendental en la investigación y combate de estos flagelos”.
Por último, resaltó la pluralidad, laicidad y autonomía universitaria, “que debemos defender para que estos proyectos sigan floreciendo y den todos los frutos posibles”.
La sesión estuvo dedicada a Rodolfo Stavenhagen, descrito por Elia Stavenhagen (viuda) como un hombre que se dedicó al estudio y reflexión crítica del racismo, xenofobia, intolerancia y discriminación, conceptos ligados a la desigualdad, exclusión, pobreza y discriminación.
Boletín UNAM-DGCS-784/2019