viernes, 8 de noviembre de 2019

Peso antes del embarazo afectaría calorías de la leche materna


BOGOTÁ D. C., 07 de noviembre de 2019 — Agencia de Noticias UN-


Aunque existen muchos factores implicados en la densidad energética de la leche, este fue uno de los resultados obtenidos por Yanira Flórez Matías, magíster en Fisiología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien adelantó un estudio retrospectivo con información de las donaciones en la base de datos del Banco de Leche del Hospital de Kennedy de 2016, para identificar si existía una relación entre el peso de las madres antes de concebir y la densidad energética de su leche.

Este factor hace referencia al contenido graso y al aporte calórico de la leche materna, de la que se reconoce un alto valor biológico, muy beneficioso tanto para la madre como para el hijo. Sin embargo su composición se puede ver afectada por diversos factores nutricionales, socioeconómicos y culturales, un tema poco estudiado en Colombia.

De hecho, el trabajo de la investigadora Flórez es el primer estudio de este tipo en el país, en el que se evaluó si el IMC preconcepcional podía ser uno de los factores que afecta la densidad energética de la leche materna en sus tres tipos: calostro (del día 1 al 6 posparto), leche madura (del día 6 al 15 posparto), y leche de transición.

Para esto se realizó un análisis estadístico de la información disponible en el Banco de Leche del Hospital de Kennedy, en donde al recibir la donación se registra el peso de la madre al inicio del embarazo y se analiza la muestra de leche que se entrega para su almacenamiento y posterior uso.

“Dentro de ese análisis el Banco determina la densidad calórica, que se revisa mediante el método crematocrito, por el cual se obtiene el aporte calórico a partir de la grasa de la leche”, detalla la magíster.

A partir de esa información consolidada en las bases de datos, se encontró que el promedio de la densidad energética fue de 20,59 +/-2,3 kilocalorías por onza (kcal/oz) para calostro, 20,51 +/-2,17 kcal/oz para leche de transición y 19,21 +/-2,53 para leche madura.

Así mismo, el promedio de IMC preconcepcional de las donantes –que se calcula dividiendo los kilogramos de peso entre el cuadrado de la estatura en metros– fue de 23,56 kg/m2 para calostro, 23,9 kg/m2 para leche de transición, y 23,1 kg/m2 para leche madura.

Con respecto al calostro, no se encontró una relación entre el IMC de las madres y su densidad energética, pues no se contó con datos suficientes para obtener resultados estadísticamente significativos. Con la leche de transición sí se logró establecer una relación directamente proporcional entre los dos factores evaluados.

“Eso quiere decir que a medida que el IMC preconcepcional era mayor, se aumentaba la densidad energética o el aporte calórico de la leche de transición. Con la leche madura ocurrió lo contrario, por lo que se encontró una relación inversamente proporcional, es decir que cuanto mayor era el IMC, menor era la densidad energética de la leche materna”, explica la investigadora Matías.

Estos resultados abren la puerta para continuar estudiando los factores relacionados con la composición de la leche materna, como por ejemplo la teoría de que aspectos hormonales pueden estar relacionados con el cambio de la relación entre el IMC preconcepción y la leche de transición y la madura, concluye la magíster.

Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co