martes, 20 de agosto de 2019

Técnicas de humor mejoran método de aprendizaje


19 de agosto de 2019


Según el profesor Favio Nicolás Rosero Rodríguez, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, la repetición es el mecanismo de aprendizaje más natural y eficaz para consolidar los contenidos: “el cerebro requiere que se repita varias veces lo que se quiere estudiar o aprender para dejarlo grabado permanentemente”, asegura.

Aunque este método ya es conocido y se ha estudiado en distintas investigaciones, lo novedoso en este caso tiene que ver con la incorporación de técnicas como el humor y las bromas para captar la atención de los estudiantes, generar un acercamiento y lograr que así el cerebro esté más dispuesto a desarrollar su máximo potencial.

En sus clases de Física I y II, por ejemplo, con mecanismos casi instintivos, el docente invita a los estudiantes a utilizar el intelecto a modo de juego: “en clase puedo decir: mientras los optimistas ven el vaso medio lleno y los pesimistas lo ven medio vacío, los químicos lo ven completamente lleno: la mitad con líquido y la otra mitad con aire”.

Explica que con esta comparación un poco jocosa “pretendo explicar que sobre la superficie terrestre no existe el vacío total: lo que no está ocupado por el líquido está ocupado por el aire. Así llamo la atención de los jóvenes, los hago sonreír y los obligo a pensar. Un chiste oportuno en clase es muy adecuado para relajarse y ver desde otra perspectiva el problema que se está tratando”.

Dentro de las metodologías de enseñanza que forman parte de su investigación se encuentran el método de Newton, un procedimiento de análisis numérico que brinda bases importantes para plantear el método científico inductivo y deductivo.

También se resalta el método Feynman que, a diferencia del anterior, corresponde a una regla basada en el aprendizaje y brinda pasos secuenciales que facilitan el conocimiento: “con base en este método, el proceso que planteo busca abrir la mente de las personas al aprendizaje y las ideas por medio de patrones repetitivos en las clases. Ello permite cruzar la barrera del conocimiento y alcanzar algo que los físicos llaman resonancia entre las frecuencias emitidas por las neuronas y las frecuencias del aprendizaje”, argumenta el profesor.

Menos pensamiento

En la actualidad, el uso constante de nuevas tecnologías ha hecho que las personas hayan integrado a su diario vivir el principio de la mínima energía, por lo cual el cerebro se acomoda y se acostumbra a no pensar de la manera correcta.

Según Anastasia Dedyukhina, doctora en Ciencias de la Comunicación y autora del libro Homo Distractus, revisamos aparatos electrónicos entre 85 y 221 veces al día, lo que afecta no solo la concentración y la productividad, sino también la manera como el cerebro procesa la información.

En este sentido, como parte de su investigación el profesor Rosero busca generarles comodidad a los estudiantes en sus clases, pero no a través de la tecnología sino con elementos sorpresa como historias, chistes y bromas que al final despiertan el interés en pensar formas diferentes de explicar fenómenos actuales.

El investigador destaca que gracias a este modelo de aprendizaje ha logrado que sus estudiantes de Física, Electricidad y Magnetismo de la UNAL Sede Manizales se reten a sí mismos y piensen en formas diferentes de resolver problemas reales.

Esta estrategia requiere de un docente que, “con liderazgo e idoneidad, se convierta en un gestor de procesos de aprendizaje para no limitar al estudiante a acumular conocimientos, sino disponerlo para el manejo adecuado de herramientas que poco a poco propicien el aprendizaje autónomo y significativo para consolidar las competencias cognitivas, actitudinales, aptitudinales y comunicativas”.

Enseñanza y aprendizaje

Enseñanza y aprendizaje son categorías estrechamente relacionadas y circunscritas a procesos dinámicos y sinérgicos que tienen que ver con todas las actividades del ser humano con su compromiso personal y con las prácticas sociales necesarias para garantizar los avances científicos y tecnológicos, sobre todo en este nuevo contexto de globalización y nuevas técnicas de información y comunicación.

Para el docente, la enseñanza es un proceso de asimilación y reconstrucción del conocimiento que requiere tener en cuenta las capacidades, habilidades y estilos del ser humano.

El aprendizaje, entre tanto, “es un proceso activo, participativo, organizado y de socialización que favorece la apropiación de conocimientos, habilidades, destrezas y la formación en valores; implica tanto un conocimiento profundo de sus características y esencialidades como la implementación de una serie de estrategias y operaciones mentales y cognitivas con las cuales se puede lograr la asimilación del conocimiento, para su posterior utilización y recreación, superando problemas o dificultades”, concluye.

Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co