- La Historia Jamás Contada -
La proximidad del regreso a clases de los estudiantes de
Educación Básica, ahora con los nuevos recursos y enfoques establecidos por la reforma
express aprobada -¿y discutida?- por
la mayoría legislativa, no puede sino ponernos a pensar a quienes siempre hemos
percibido el anacronismo fundamental de
la Educación -y el sistema educativo en general- respecto a los tiempos que
corren, lo mismo ahora que hace 50 años, cuando el tan elogiado PLAN DE ONCE AÑOS del Secretario Jaime
Torres Bodet.
Y es que la Educación siempre parece ir a la zaga tanto de
las aspiraciones como de las necesidades reales
de la nueva generación para la que supuestamente ha sido remodelada, quedando al
final como la suma de las mismas viejas prácticas e ideas más los “nuevos” caprichos
–de corte ideológico, ni siquiera
técnico- de los recién llegados al Poder político del País y su corte de
asesores.
Comenzando por la conocida imagen, no por simbólica menos
significativa- de la muchacha-Patria
de Jorge González Camarena en los libros de texto gratuitos, como en tiempos de
Adolfo López Mateos, cuando el proyecto era convertirnos a todos los escolares –incluyendo
los urbanos- en artesanos orgullosos de nuestras “raíces”: la viva afirmación
de un mexicanismo (versión PRI) que
se alzaba frente a un Mundo que se internacionalizaba inexorablemente. (Por supuesto,
sin llegar al grado de discordar con los sacrosantos intereses geopolíticos de los Estados Unidos,
representados entonces por el Presidente amigo
Mr. John F. Kennedy.)
Es decir, parece que nuevamente se trata de injertar en los más jóvenes una
mitología nacionalista ad hoc que les
permita sentirse importantes a pesar de estar en los hechos tan desvalidos y frustrados
como lo estuvimos nosotros en nuestra época, circunstancia que eventualmente sería
un factor clave de la gran rebelión ocurrida a finales de la década. (Cabe
recordar aquí la alusión de Díaz Ordaz a las “ideas exóticas” que para él habrían
descarriado a una juventud mexicana esencialmente nacionalista.)
Como puede verse, pese a todos los cambios ocurridos en la
sociedad mexicana de 50 años a la fecha, especialmente los que manifiestan una constante
modernización en cuanto a estilos y
objetivos de vida –que también se daba entonces, como nos consta-, los actuales
responsables de la Educación, función cuyo propósito general es precisamente dotar
a las generaciones emergentes de los conocimientos
y habilidades idóneos para
desenvolverse exitosamente en un medio en permanente EVOLUCIÓN, optan por
volver a un Pasado idílico sin correspondencia con la Realidad de entonces, un
experimento que demostró no ser viable y, predeciblemente, tampoco lo será
ahora.
En estas condiciones, lo más sensato desde el punto de vista
histórico, sería cancelar este DÉJÀ VU de facto y
plantear algo que vaya más de acuerdo con la dinámica social que ahora mismo podemos
observar, aprovechando la experiencia de una generación que vivió en carne
propia este fiasco y sus consecuencias, dejando de escuchar a los nostálgicos
de una época que, si alguna vez existió, HACE MUCHO QUE DEJÓ DE HACERLO.
Fernando Acosta Reyes (@ferstarey)
es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño, músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.