domingo, 16 de junio de 2019

Zapatero a tus zapatos




- La Historia Jamás Contada -

Una resultante de la llamada CULTURA DE MASAS, es la sensación que tiene quien la consume, de que tan sólo por ser asiduo a ella se ha forjado –imperceptiblemente, palabra clave- un impresionante bagaje de conocimientos universales –o casi- a precio de nada, que no desmerece junto al de los eruditos “convencionales” que dedican la mayor parte de su vida a conseguirlo y sólo en parcelas de saber muy reducidas.

El típico ejemplo de esto son los adictos a los canales “científicos” de la televisión, cuyos temas y opiniones no sólo citan para impresionar a sus contertulios en ausencia de algún tema concreto, sino que incluso blanden como la Autoridad suprema en alguna controversia especialmente difícil de zanjar: una especie de Biblia o Evangelio de la Verdad científica revelada.

Pero hay de categorías a categorías. Recuerdo al escucha de un programa de Radio abierta en el cual yo participaba, que solía exponer las opiniones más pedestres sobre cualquier tema amparándose en… ¡su falta de estudios formales!, al que la titular además le “daba cuerda” haciéndolo sentirse superior a cualquiera con experiencia académica… Hasta que llegó la ocasión de hacerle ver su lastimosa falta conocimientos –históricos, en ese caso-, que lo llevó a alejarse durante un mes o algo así del teléfono, para consternación de su populista alentadora.

El tema de los seudoexpertos viene de muy antiguo, como lo expresa el título de este artículo, una conocida admonición cuyo origen refiere Plinio el Viejo en una historia que no deja de ser divertida (ver el LINK), pero que en tiempos recientes ha adquirido la magnitud de una verdadera epidemia gracias a las facilidades que proporciona la Internet para la difusión de las más variadas opiniones, sean fundadas o no.

Con motivo de las guerras de propaganda inevitables durante la época electoral, que en nuestro País equivale a PERMANENTEMENTE, hemos visto surgir una extensa cantidad de opinadores emitiendo con desparpajo los más inverosímiles análisis e interpretaciones sin más sustento que sus propias “ganas de creer”,  sintiéndose llamados por el Destino, encarnado ya en el Elegido: ¿de los Dioses? No, tan sólo de sus votantes, siendo objetivos, pero que por haberlo elevado éstos a la categoría de profeta, consideran llegado el tiempo de la realización fáctica de sus sueños y visiones, aunque para esto haya de llegarse, paradójicamente, a negar la Realidad.

Por esta corriente -en ambos sentidos- nos hemos enterado de las más especiosas explicaciones, justificaciones, racionalizaciones y toda clase de maromas intelectuales que “demuestran” sin lugar a dudas –al menos para los creyentes- que todo cuanto provenga de él -¿con minúscula o mayúscula?-  es lo correcto, aunque por sus efectos parezca exactamente lo contrario.

¿Pero quiénes somos nosotros para contradecir los dichos de tan vociferantes “expertos”… en nada?
Como siempre, un rastreo de las credenciales académicas de estos “sabios” mediáticos podría proporcionarnos una valiosa información acerca de la validez de sus declaraciones a la hora de interpretar nada más que los HECHOS.


SENCILLO EN PRINCIPIO, ¿NO CREEN?


Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño, músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.

Imagen: Internet