27 de mayo de 2019
“Julio Revolledo no se fue; se queda para siempre en nuestros corazones”, así fue recordado por el rector Salvador Calva Morales de la Universidad Mesoamericana, los alumnos de la Licenciatura en Artes Escénicas y Circenses Contemporáneas e importantes figuras de circo.
Durante la función de circo en su honor, celebrada la tarde del 20 de mayo, a 15 días de su muerte, se develó una placa conmemorativa en el Centro Mexicano para el Desarrollo de las Artes Circenses.

Tras un año de preparación para obtener el RVOE por la Secretaría de Educación Pública, se logró que la enseñanza de la disciplina del circo se impartiera a personas de cualquier condición, sin importar si tenía origen circense, pero, además, con la formalidad que los estudios universitarios requieren para que, además, los alumnos conocieran de negocios e historia del arte.
Andrea Pelaez, codirectora de Cirko de Mente, celebró el que la pasión por el circo que sentía Revolledo, se convirtiera en fuente de conocimiento e impulso a los artistas mexicanos, cubanos, argentinos, brasileños, a través de sus conferencias, cursos y participación en trabajos de coproducción cultural en diversas naciones.
Asimismo, su hermano, Carlos Revolledo lo reconoció como un minucioso investigador de circo; Guadalupe Gutiérrez hizo presente su perfil humano, el vicerrector Salvador Calva Solís, profundamente conmovido, lo recordó como una fuente de aprendizaje inagotable.

Carlos Rodríguez, Rocardy, estrella de Cirque Du Soleil, agradeció la vida dedicada a este quehacer de rescate, promotoría, formación y difusión que logró Julio Revolledo por el circo mexicano y el circo mundial.
Eduardo Campa Aburto, cuyo nombre artístico es Lalo, Lalo, nombró embajador del circo mexicano en el mundo a Julio Revolledo, heredero de la quinta generación de la familia Suárez, que es una de las empresas más antiguas de circo.
Alumnos de la primera y segunda generación también dirigieron unas palabras. Abraham Hernández señaló que quedó sin cumplirse uno de los principales sueños de Revolledo: la creación de una Compañía Nacional de Circo.

Gisel Acosta, por su parte, dijo que entre los alumnos siempre hubo camaradería pues el circo borró edades, religiones y divergencias para convertirlos a todos en una gran familia.
Luego, alumnos de todas las generaciones integraron una hermosa función de circo, llena de payasos tradicionales que terminaron la función a pastelazos.