miércoles, 20 de marzo de 2019

Poema por el día internacional de la mujer



 A ti que la naturaleza te hizo frágil, delicada, suave y hermosa.
A ti que a través de los tiempos te has convertido en ejemplo viviente de ser humano, de la fragilidad te has transformado en una roca base de la edificación del hogar, de ese pétalo delicado de rosa has vencido las tempestades adversas de la vida, no te ha importado el desvelo, ni el sacrificio que a diario haces por tus hijos y familia.
A ti mujer que te has convertido en la vena de la línea consanguínea legando el buen sansón de abuela, a la madre, a la hija y que sirves el pan, la comida y una sonrisa.
La suavidad y hermosura nacen dentro de ti, la fiera por tener la fuerza de defender su madriguera y no permitir que sea profanado y evitar que hieran el corazón de su familia.
A ti mujer que eres reina, princesa, madre, compañera del varón desligado a sus obligaciones y deberes.
A ti mujer que eres un volcán de hielo y en agua cristalina te transformas por tu esfuerzo rigoroso, bello, enaltecedor, orgullo de tus padres, hijos y nietos.
Mujer que muy temprano te levantas, enferma, adormitada, le prendes lumbre a la leña, preparas el comal y haces tortillas, comida que son para tus hijos y familia.
A ti mujer que te encuentras en un cuarto frío descubriendo medicinas para los enfermos.
A ti mujer que cuidas a los leprosos que otros no quieren cuidar, mujer que pintas, cantas, bailas y haces dormir a tus hijos con un bello cuento.
A ti mujer que das vida y amamantas a tus hijos y andas con tu esposo, compañero caminando largos caminos.
Hoy mujer que participas en política, eventos sociales, en la calle andas de comerciante, transportista, todo lo haces con amor.
En las aulas enseñas a la niñez y hasta has logrado ver desde la atmósfera la fina luz de las estrellas y con valor combates en la guerra.
A ti mujer te respeto y te admiro, es inigualable tu inteligencia, eres digna en todos los tiempos de estar en lo más alto de la pirámide de la sapiencia.
A ti, a ti, a ti que te encuentras por todos lados, hoy te bendigo, me solidarizo con tus causas que son las causas de todos y bendigo el momento en que decidí aprender de ti.

De: Leobardo Cruz