10 de enero de 2019
Sabersinfin
“Equilibra tus palabras: aprende a decir lo positivo de las personas”.
Abel Pérez Rojas
Hemos caído en una vorágine de criticar negativamente cuanto vemos, es tal nuestra inclinación a señalar todo aquello con lo que no estamos de acuerdo que desaprendimos a señalar lo positivo de las personas, y por ende, de las circunstancias que nos rodean.
¿Qué crees que pasaría si nos propusiéramos decir más seguido lo positivo que vemos en los demás?
Nuestras relaciones serían más equilibradas en un mundo donde la confrontación es lo que predomina, pues no se trata de decir mentiras, ni de renunciar a señalar lo que consideramos incorrecto; consiste en balancear nuestra visión crítica de denuncia con su complemento: el anuncio.
Nos acostumbramos a ser críticos y denunciar lo que no está bien. Eso es saludable, porque nos permite hacer progresos, nos da pie a observar las cosas contrastando y sopesando diversos elementos, sin embargo, cuando eso se convierte en algo preeminente, está ausente el otro extremo para comparar, para colocarnos en los zapatos de los otros y se restan posibilidades a sentimientos y virtudes como la empatía, la tolerancia, la comprensión, la amistad, la fraternidad, entre otros.
Por otra parte, ¿te has percatado que es un tanto difícil decir lo positivo de las personas, por temor a que se mal interprete nuestro comentario?
Como casi no decimos lo bueno de quienes nos rodean nos inquieta que piensen que nuestra opinión tiene un trasfondo o interés insano.
No obstante que no estemos habituados a decir lo que nos agrada de las personas o a mencionar lo favorable de ellas, es necesario intentarlo, entrenarnos en ello hasta que se convierta en un hábito.
Mira, muchas personas son ciegas ante sus fortalezas y virtudes, por ello nuestros comentarios pueden cambiar el rumbo de una vida al hacérselas visibles.
Lo anterior es cierto no obstante lo exagerado que pueda sonar mi afirmación.
Recuerdo una conversación hace tiempo con una persona, que después de mencionarle varias cosas positivas de su forma de ser, se soltó a llorar, porque, según su decir, estaba tan deprimida que mis palabras le habían abierto una rendija de luz en el momento que estaba transitando.
No recuerdo bien lo que le dije, sólo le mencioné, muchas de sus fortalezas por su forma de ser.
Te aseguro que anécdotas como la anterior abundan en el trato diario y seguramente tú también has sido protagonista de ellas.
Ten presente: no se trata de adular a las personas, pues los aduladores siempre persiguen fines ocultos y por ello es atinado cuidarse de ese tipo de personas.
A propósito de lo que te vengo compartiendo, hace poco escribí un poema titulado: Haz la prueba: ¡sólo dilo!
Te lo comparto confiado que dará más luz a mis líneas anteriores:
¿Y si dices más seguido lo positivo de los demás?
Inténtalo,
ejercítate en ese sentido,
piensa que no sólo de comida viven las personas;
no se trata de quedar bien,
contribuye a que ellas se amen,
tal vez les mostrarás puntos ciegos de su ser.
Sé objetivo,
no se trata de ser exagerado,
pero la belleza y la bondad merecen ser resaltadas;
para cultivarlas,
para propagarlas,
para contagiarlas.
Di no al pensamiento rosa,
di sí a la esperanza.
Haz la prueba:
¡sólo dilo!
Enfocarse en lo positivo de las personas y de las situaciones tiene retribuciones colaterales, porque orilla a que quien lo hace disminuya su carga de estrés, su mal humor, propicia que nosotros mismos nos revaloremos y aprendamos también a aquilatar los alcances propios, entre otras tantas situaciones benévolas que han pasado de largo frente a nosotros.
Como dice mi poema: Haz la prueba: ¡sólo dilo!
¿Aceptas la invitación?
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com
