lunes, 2 de octubre de 2017

La práctica Odontológica en la antigua Grecia (primera parte)


En la antigua Grecia, Jonia y las islas del Egeo, empezaron a actuar como una sola unidad cultural. Hacia principios del siglo VI a.C. habÍan desarrollado un extenso sistema filósofico de pensamiento del cual nacieron las ciencias naturales y la medicina. En Cos y Cnido se formaron escuelas médicas que a mediados del siglo V a.C. alcanzaron su mayor apogeo. En ese entonces la medicina hipocrática estaba íntimamente unida a la medicina sacerdotal, basada en el culto de Asclepio y contaba con diferentes centros llamados asklepions. La práctica médica de los asklepions se basaba en rituales religiosos, mientras que el método hipocrático contrasta con este sistema, en el cual el padre de la medicina Hipócrates, en sus enseñanzas se centraba en la aproximación racional de las enfermedades, es decir, observaban cuidadosamente al paciente, en un intento, si bien primitivo, de tratar los problemas observados de forma racional.




Para explicar los estados de la enfermedad y salud, Hipócrates postuló la existencia de cuatro fluidos principales en el cuerpo, los humores cardinales: sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla. También postuló la existencia de cuatro estados elementales: el frío, el calor, la sequedad y la humedad y que la salud consistía en el equilibrio entre estos humores y cualidades. El desequilibrio de este balance natural producía como resultado la enfermedad: por ejemplo, demasiada flema ponía al cuerpo demasiado frío y húmedo, como cuando un paciente sufría resfriado común y el “exceso de flema” exudaba por la nariz. Diseminada entre los escritos hipocráticos se encuentran numerosas referencias a los dientes, su formación y erupción, y las enfermedades de dientes y boca y métodos de tratamiento. Estos escritos demuestran como ya se conocían como se desarrollaban los dientes: los primeros dientes se forman de la nutrición que recibe el feto en el claustro materno y, despues del nacimiento, lo hacen de la leche de la madre. Los que salen después de que estos se caigan, se forman de la comida y la bebida. La caida de los dientes de leche generalemnte ocurre a la edad de siete años. Los dientes que salen a continuación se hacen tan viejos como el hombre, a menos que alguna enfermedad los destruya. La obra Sobre la dentición, escrita en forma de breves sentencias populares o aforismos, contiene abundantes datos en torno a kas creencias populares sobre la erupción de los dientes “en igualdad de las restantes condiciones, los niños que echan los dientes en invierno superan mejor el periodo de denticion no se adelgazan y son muy dormilones corren el riesgo de estar sujetos a convulsiones.



Una de las premisas hipocráticas basicas evidentemente falsa era que el frio creaba espasmos en los vasos sanguíneos, causando estancamiento de la sangre y convirtiendola en pus. Se creía que ciertas partes concretas del cuerpo eran más sensibles al frío: “los huesos, los dientes y los tendones tíene al frio por enemigo, y al calor amigo, ya que es de estás partes donde vienen los espasmos... que el frío provoca y el calor alivia”.



Autor: Museo de Odontología de la BUAP.

Bibliofrafía: Grecia, pag. 39 – 41. Historia de la Odontología Ilustrada, Malvin E. Ring. Mosby/Doyma Libros.