martes, 3 de octubre de 2017

Domingo Sangriento



Debemos aprender a vivir juntos como hermanos o perecer juntos como necios.

Martin Luther King Jr.


El día de hoy, se cumple el 78 aniversario de los asesinatos ocurridos en el albor de la Segunda Guerra Mundial, a solo tres días después de que Alemania invade Polonia. Hecho que es conocido con el nombre de “Domingo Sangriento de Bromberg” o sencillamente “Domingo Sangriento”. El término "Domingo Sangriento" fue creado y alimentado por los oficiales propagandistas Nazi, emitiendo el Ministerio de Propaganda germano una instrucción para la prensa diciendo: ...deben mostrar las noticias del barbarismo de los polacos en Bromberg. La expresión "domingo sangriento" debe volverse una entrada permanente en el diccionario y darle la vuelta al mundo. Por esta razón, este término debe ser subrayado en forma continua...

Después de los conflictos armados del 1 de septiembre de 1939, con la invasión de Alemania y Eslovaquia a Polonia, la persecución de los germanos radicados en Polonia se acrecentó. Dos horas después del inicio de la guerra, el Presidente de Polonia envió una orden a todos los gobernadores y alcaldes de ayuntamientos para instarles a que se tomasen medidas represivas contra las minorías alemanas. Las primeras acciones registradas fueron la detención de cientos de residentes alemanes sin alegar más motivo que su pertenencia racial. Juicios militares dictaminaron y llevaron a cabo la ejecución de un centenar de alemanes.

Muchas fueron las vejaciones que sufrieron los alemanes y también ucranianos por parte de la población polaca y los grupos paramilitares junto al Ejército Polaco. Apaleamientos, lapidaciones, asesinatos dentro de las mismas casas, vaciamiento de cuencas de ojos, cabezas fragmentadas con martillos, cortes con hachas, destripamiento de vientres, amputación de miembros, castración de genitales, etc. Estos patrones se repitieron en otras ciudades.

Pero las peores atrocidades ocurrieron el 3 de septiembre en una ciudad polaca llamada Bromberg, un buen número de soldados polacos y civiles armados con rifles, armas blancas o palos, salieron a la calle dispuestos a vengarse contra los ciudadanos de origen alemán. De acuerdo a un testigo británico “un polaco artillero en retirada fue tiroteado por los alemanes desde el interior de una casa, los polacos respondieron al fuego y los combates continuaron, sufriendo víctimas ambas partes. En los acontecimientos que siguieron, los alemanes que eran considerados supuestamente "armados" y sospechosos de ser insurgentes fueron ejecutados allí mismo y se ha informado de algunos linchamientos”.

De hogares y cobertizos se extrajo a los alemanes para matarlos a golpes de culata o bayoneta. En otras ocasiones ametrallaban las viviendas con sus inquilinos en el interior. Casi toda esta barbarie contra los ciudadanos alemanes fue hecha en público a ojos de civiles y vecinos polacos. Al final del día, los polacos al saber que las tropas de Hitler se acercaban, decidieron marcharse. La Infantería Alemana fue la primera en liberar Bromberg. Aterrados los soldados alemanes al ver las fosas comunes de miles de sus compatriotas mutilados, no dieron crédito. Este fue el primer horror genocida de la Segunda Guerra Mundial.

Fuera de Polonia llegaron las primeras protestas por los abusos polacos a las minorías alemanas. Una de ellas fue la de Estados Unidos que denunció los hechos a través de la Agencia Associated Press. Cuando se produjo la invasión de la Unión Soviética a Polonia el 17 de Septiembre, los ciudadanos ucranianos, rusos y bielorrusos bajo control polaco comenzaron a sufrir también lo indecible ante las represiones que se ejercieron sobre ellos. Esa fue una de las razones en la que Stalin se pudo amparar como excusa al invadir Polonia, pues en parte era verdad que lo hacía para proteger a sus coterráneos.

Los ciudadanos alemanes asesinados en Polonia por los nacionalistas polacos ascendieron a más de 52,000 víctimas, de las cuales fueron identificadas 12,857 y 45,000 se declararon desaparecidas. La Cruz Roja se encargó de contabilizar las víctimas, aunque no se pudieron identificar a 4,000 restos de cuerpos de los que habían sufrido mutilaciones. Los ucranianos, rusos y otras minorías fallecidas o linchadas ascendieron a centenares, incluso miles.

La herencia que como venganza dejarían la Alemania Nacionalsocialista y la Unión Soviética al final de la Segunda Guerra Mundial sería para Polonia de más de 5 millones de muertos. Muy lamentable, no lo cree así, amable lector.


Jorge Rodriguez y Morgado 2Jorge Rodriguez y Morgado  (jarymorgado@yahoo.com.mx) es catedrático universitario, conduce: ConoSERbien en Sabersinfin.com

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