23 de abril de 2020
Sin lugar a duda, la contingencia provocada por el virus SARS-Cov2 (Covid-19) también llamado Coronavirus, nos está dejando ya, muchos aprendizajes y también muchas dudas.
Podríamos iniciar comprobando que al Presidente López Obrador lo que quiere es permanecer en la figura de candidato, no de Presidente; y es que cómo dice el refrán popular no es lo mismo “ser borracho que cantinero”. Ah qué tiempos aquellos de candidato ¿verdad?
Otra podría ser, que nos hemos enterado que no lee editoriales, que es intolerante a la crítica. Que la confrontación, la descalificación, la calumnia y la injuria es muy usada en su vocabulario cotidiano; que echar culpas a los anteriores, ya sea al neoliberalismo, o a los conservadores, o a otros, a cualquiera, con tal de no asumir con sus responsabilidades actuales es lo de todos los días.
Que polarizar y dividir es lo suyo. Que si pobres contra ricos, que si buenos o malos, que conservadores contra liberales, que fifís o chairos, dividir, dividir, dividir.
Al grado de que hace unos días por enésima vez pensando tan sólo en sus “apuros políticos” -como fue mencionado- va de nuevo con su revocación de mandato, sí, la que le acaban de aprobar apenas en diciembre del 2019, porque ahora quiere adelantarla, que porque dice que él ya ha concluido su proyecto, que el 1 de diciembre de este año (2020) “terminará de establecer las bases de la transformación del país”. Inaudito.
Como bien se dijo “o ya no entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba yo entendiendo” frase de Carlos Monsiváis que en su artículo semanal José Luis Martínez (Milenio, 19/04/2020) nos recordaba y que nos queda como “anillo al dedo”.
Vivimos en un gobierno cuyos resultados han sido mediocres.
Un nuevo sistema de salud que no se concretó, que creó mayores problemas y colapsado como ya estaba, llega la pandemia.
Todos los días escuchamos el “primero los pobres” pero ¿hemos conocido algún dato que nos indique cuántos mexicanos y mexicanas han salido ya de la pobreza en lo que va de este período de gobierno?
En materia educativa regresamos a complicidades antiguas. La seguridad no ha mejorado, todo lo contrario, absolutamente todos los niveles de inseguridad siguen a la alza.
La economía prácticamente paralizada desde el tercer trimestre del 2019, ya presentaba bajas considerables desde antes del Coronavirus; hoy, la caída es inminente, las calificaciones internacionales de largo plazo se han reducido, calificaciones negativas, notas crediticias a la baja, ajustes son negativos, etcétera, etcétera; para muchos expertos nacionales y extranjeros, México va en camino a un colapso económico.
¿Se tiene presente que las remesas que recibe nuestro país se verán reducidas sustancialmente por el Coronavirus? Tan solo el estado de Puebla que tiene un flujo muy importante de poblanos en Estados Unidos recibió, en datos del Banco de México durante el año 2019, 1 mil 763 millones de dólares. y el Ejecutivo del estado informó que al 17 abril se habían presentado 39 paisanos fallecidos en Estados Unidos.
Sin embargo lo prioritario hoy sin duda debe ser, salvar vidas, las de todos y todas, no importando edades (ojo a la Guía Bioética de asignación de Recursos de Medicina Crítica), porque según reportes oficiales en México van 686 fallecidos y 8mil 261 casos confirmados al 19 de abril, en Puebla el último reporte del Ejecutivo del Estado señala 352 casos positivos y 48 fallecidos, también ha declarado el deceso de 39 paisanos poblanos en Estados Unidos; y también prioritario salvar empleos.
Es urgente que el Presidente y su gobierno asuma y se enfoque en atender la crisis y los impactos que ya provoca la pandemia, especialmente los que corresponden a la salud y en la economía, porque habrá muchos más, ya lo estamos viendo con el incremento de las violencias en contra de las mujeres.
Por lo delicado de la situación, muchas voces de políticos, legisladores, académicos, estudiosos, empresarios, trabajadores, especialistas, partidos políticos; han planteado al Presidente López Obrador la urgencia de suscribir un Acuerdo nacional, que establezca las bases mediante las cuales se establezcan los pasos para enfrentar esta crisis con la ayuda de todos, para rehabilitar entre otros, la planta productiva del país. Aun cuando en diversos países del mundo en momentos fundamentales o catastróficos como éstos, han usado este ejercicio de unificación de esfuerzos para favorecer el desarrollo de sus naciones; en México no ha habido una respuesta ni por parte del Presidente, ni de su Gobierno.
Muchos problemas de toda naturaleza ya se tenían antes de la pandemia, hoy se agudizan, se hace necesario repensar medidas, ¿por qué no lo hacen? Muchas dudas, mucha incertidumbre o será que lo que pasa es como decía Carlos Monsiváis “o ya no entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba yo entendiendo”.
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco
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