23 de diciembre de 2019
Recuerdo la cola de diciembre allá en mi tierra
recuerdo aquellos días de piñatas de barro
y buscapiés y cohetes y villancicos y…
“Naranjas y limas, limas y limones
aquí está la rama bola de cabrones (…)
“Ya se va la rama muy agradecida
porque en esta casa le dieron comida (…)
Ya se va la rama muy encabronada
porque en esta casa no le dieron nada (…).
Más adelante supe los mismos días
mismo motivo, otros aromas, otros colores.
Miré llegar al guajolote desnudo y ya sin moco
miré la sensorial complejidad en los ponches
miré encaramarse en la mesa los chipotles
la ensalada de navidad, el lomo al horno
la pierna rostizada, los romeros en mole
y hasta en las mesas más jodidas
se acomoda un pollo rostizado
y un delicioso plato de ayocotes.
Crisis iban y venían hasta volverse eterna crisis
y sin embargo en estos días los almacenes se vacían
¿De dónde sale el dinero?...
Las calles se transforman en romería de temporada
las banquetas hablan, musitan, cantan, pregonan
¡Pásele marchantita, aquí está lo bueno, si hay, si hay!
Las guerras hacen tregua momentánea
los brindis se entrecruzan
vodka con caña, whisky con ron
parece un día de paz y sin embargo
quienes viven debajo de las marquesinas
colocan su cartón y se preparan a dormir
los Reyes Magos han recibido la noticia
no hay paso ni por Yemen ni por Siria
los árboles han caído abatidos y ya no hay especímenes
ni siquiera para endilgarles esferas y una estrella de adorno
la Estrella del Oriente fue abatida por el fuego de misiles
el pesebre se ha convertido en trinchera y en bunker
ya no ha quedado a salvo el sitio para el mito de Jesús
el único que anda de plácemes es el gordo sajón vestido en bermellón.
Uno de los mayores productores de armas en el mundo
hará la ceremonia de celebración en el Vaticano
la adoración nocturna y la misa de gallo
la consabida bendición urbi et orbi.
Así que llegará la fiesta a algunas partes
en otras continuarán las guerras declaradas y las guerras encubiertas
en otras continuarán las lágrimas, la sangre y los arrestos
y las persecuciones y las golpizas de la policía y el ejército.
Llegará la celebración
llegará la resaca
llegarán los antiácidos,
pero si, y como siempre será un día comercial
pero no, y ahora menos que nunca,
llegará el verdadero amor.
