- La Historia Jamás Contada -
Es un lugar común afirmar por estas fechas que “todos los
mexicanos son guadalupanos” aun cuando no profesen el Catolicismo o ninguna
religión. Peregrina afirmación no sólo prodigada por los Ministros del culto
citado y los medios de masas, sino también por algunos “intelectuales” apoyándose
en especiosas justificaciones que no dejan de sonar a sofisma. ¿Cómo puede
emitirse una declaración de ese calado sin ser inmediatamente rebatida por
tirios y troyanos?
Hay algo aquí que no cuadra, aún antes de pasar propiamente a
una discusión formal del asunto, que resultaría de lo más interesante para todos
los implicados. Es el equivalente exacto de quien afirma hablar por todo el Pueblo
o la Sociedad, sea un locutor de radio improvisando o un demagogo profesional.
Y es la falta de referencias objetivas, comprobables que validen
de alguna forma lo dicho. De otro modo, es tan sólo la palabra del opinante y
el aprecio subjetivo de que goce por parte de alguna porción del conglomerado
social. ¿Y dónde queda el resto? Ese resto, que llamo el COMPLEMENTO, es lo que
aquí brilla por su ausencia.
Parafraseando a Galileo, eppure questo esiste: sólo hay que
documentarlo adecuadamente… y difundirlo, para compensar la desinformación.
Esto en una primera etapa etnográfico-periodística, como lo hizo recientemente TVUNAM
con la serie CONVERSOS.
Pero necesariamente hay que ir más allá, sistematizando y
formalizando este primer conocimiento “ingenuo”, a modo de hacer posible la
aplicación de las metodologías desarrolladas en el campo de las Ciencias
Sociales. Una pregunta directriz obvia sería la de si efectivamente tiene
alguna validez la afirmación bajo cuestión.
Esto en lo que concierne al aspecto puramente académico,
pero hay otro igualmente importante y más apasionante incluso: el POLÍTICO,
pues el enunciado de marras, al hacer tabula rasa de todas las otras opciones metafísicas
existentes, sienta las bases de un TOTALITARISMO cuyo resultado previsible, en
caso de anidar en el imaginario colectivo de la masa, sería la aparición de una
nueva INQUISICIÓN.
Pero ahora el escenario se ha complicado aún más por la abierta
intervención en Política de toda una corriente de reformadores religiosos que,
merced a su “santa alianza” con el candidato y movimiento ganadores en las
pasadas elecciones federales, está impulsando su propia agenda a través del aparato
del Estado, que agrega desde una posición de fuerza al dogmatismo católico
tradicional, otro aún más intransigente, con las nefastas consecuencias del
conjunto sobre la diversidad de todo tipo, comenzando por la DIVERSIDAD METAFÍSICA,
la de las variadas creencias, concepciones del Mundo, horizontes vitales y
todo lo que trasciende a lo inmediato.
(Así como ciertos episodios de THE SIMPSONS han, si no propiamente
profetizado, sí cuando menos coincidido con algunos sucesos insólitos del
acontecer actual, resulta que una muy recomendable película mexicana de los ’70,
LA VENIDA DEL REY OLMOS (1974), del director Julián Pastor, pone en escena nada
menos que una confrontación como la que tiene lugar ahora mismo en nuestro país.
¡Quién lo dijera!)
Por eso conviene no descuidar ciertos ominosos detalles que,
lejos de ser parte del folklore nacional, podrían ser los primeros asomos de
posibilidades nada halagüeñas en esta época de crisis: tan sólo como elemental
FILOSOFÍA DE LA HISTORIA.
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Fernando Acosta Reyes (@ferstarey)
es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño, músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.
Imagen: Internet
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