23 de diciembre de 2019
Centurión es un robot de servicio diseñado y construido para obedecer órdenes precisas y asistir a personas en su hogar o negocio, pero también está capacitado para ser vendedor estrella en una tienda, representante de marca en un evento empresarial, incluso interlocutor en una presentación con bailarines de danza contemporánea.
“Soy una plataforma robótica diseñada por Laidetec, empresa incubada en la UNAM. Mi cuerpo está estructurado con aluminio y fibra de carbón, cuento con 22 movimientos independientes distribuidos en mis extremidades superiores, cuello y cabeza”, explicó el propio Centurión.
Hernando Ortega Carrillo, técnico académico del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de esta casa de estudios y propietario de Laidetec (Laboratorio de Innovación y Desarrollo Tecnológico), detalló que con Centurión pretende “ofrecer productos y servicios, que se pueda usar como un anfitrión en algún lugar, y que haga recomendaciones”.
Es capaz de atraer al cliente y darle cierta información, pero su rol es más cercano a un vendedor que puede explicar las características de un producto, incluso venderlo mediante un sistema para tarjetas de crédito. Además, contará con reconocimiento facial para identificar a quien atendió previamente y podrá resolver problemas del producto que ofrece, detalló Ortega.
“Combina la cabeza y el torso de un maniquí negro sin rostro, con extremidades superiores articuladas. Puede hablar en diferentes idiomas, saludar y mover sus brazos con soltura. En vez de piernas, posee un tubo sobre una base con ruedas que le da movilidad”.
El universitario, creador de Centurión, combina su trabajo como ingeniero en computación en la UNAM con su faceta de empresario. “En marzo de este año dimos de alta a Laidetec, integrada por cuatro personas, donde también trabajamos otros dispositivos como manos robóticas para prótesis, que se desarrollan de acuerdo a las necesidades del cliente”.
El ingeniero y maestro en computación comentó que laboró de cerca con la Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID) de esta casa de estudios para hacer realidad su empresa tecnológica, que ya ha tenido clientes importantes. Por ejemplo, Centurión estará en las salas exclusivas (VIP) del aeropuerto, y una firma de tecnología que desarrolla inteligencia artificial también está interesada en colaborar con ellos.
Todos los procesos han sido probados por separado y el siguiente paso es integrarlos. Por lo pronto, Centurión puede transportar instrumentos, agarrar objetos y, si se le programan rutinas, ayudar con actividades del hogar, como cuidar niños, contar un cuento e incluso dar una conferencia.
Boletín UNAM-DGCS-902/2019