4 de octubre de 2019
Lo observo fijamente
y me da miedo su mirada
por la oscuridad profunda
de sus dos oquedades sin fondo,
por la furia envasada en sus pupilas
que amenaza con derramarse
y cubrir de bilis todo,
por los gritos contenidos en sus párpados
que de salir ensordecerán los oídos castos,
por la rebelión columpiándose en sus pestañas
que de batir la atalaya
arrasará con unos y con otros,
por las ganas de partir caraduras
que de cumplirse arrancarían llanto
a inocentes colaterales,
por la contención llegando al límite
en el conjunto de sus ojos
que no da para más
y asemeja presa rebosante;
pero todo cobra otro tinte,
otra dimensión,
porque me desarma ver que soy yo
mirándome fijamente al espejo a media luz
y sin pretextos de por medio.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige: Sabersinfin.com
