BOGOTÁ D. C., 24 de septiembre de 2019 — Agencia de Noticias UN-
Este hallazgo, producto de la investigación “Efectos del estrés agudo en el desempeño de tareas de memoria espacial en ratas expuestas a nicotina crónica durante la adolescencia y la adultez temprana”, forma parte de la información que el Grupo de Neurofisiología Comportamental de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) les transmite a los profesores de la Secretaría de Educación de Bogotá.
Tal inducción es un componente del “Curso sobre los efectos negativos del consumo temprano de nicotina y estrategias didácticas de intervención en el entorno escolar”, cuyo objetivo es prevenir que niños y adolescentes se acerquen a estas drogas legales.
En el estudio se encontró que cuando las ratas jóvenes se exponen a la nicotina, al alcanzar la adultez pueden presentar respuestas emocionales más impulsivas, dificultades de aprendizaje en tareas específicas, un incremento en la respuesta del sistema encargado de identificar situaciones estresantes en el cerebro, y una disminución en la reacción del sistema de recompensa, lo que dificultaría las sensaciones de placer ante estímulos que normalmente lo producen.
Tales efectos serían similares a los presentados en los humanos cuando empiezan a fumar desde edades tempranas. Por eso uno de los objetivos del proyecto de investigación es prevenir el consumo de tabaco mediante una estrategia de apropiación social de este conocimiento, resultado de una convocatoria adelantada por el Ministerio de Salud y Protección Social y Colciencias, entidades que hicieron posible la campaña educativa.
Cambios de conducta
Durante la jornada, los docentes fueron capacitados por los miembros de los grupos de investigación en Neurofisiología Comportamental y en Estilo de Vida y Desarrollo Humano, quienes apoyaron el proyecto desde su experiencia en la implementación de estrategias de intervención motivacionales breves, en las que se identifican maneras de transmitirles contenidos a las personas, que no sean instrucciones, para cambiar su propia conducta.
Según explica la profesora Marisol Lamprea, del Departamento de Psicología y directora del Laboratorio de Neurociencias, el objetivo del taller es que los docentes –como orientadores– multipliquen este mensaje en los jóvenes de 10 y 12 años que están comenzando a exponerse al tabaco y se enfrentan a la decisión de consumirlo o no.
“Si les dictamos una conferencia sobre esto probablemente se salga la mitad, otros estén chateando y ninguno esté escuchando. La estrategia que diseñamos para pasar toda esta información es un juego que dura 90 minutos y que los profesores deben aplicar en grupos específicos en sus respectivos colegios”, comenta la académica.
Durante su implementación, el grupo acompañará al equipo docente para después realizar la valoración de su impacto, cuando se aplique a los estudiantes.
Etapa vulnerable
Entre los contenidos compartidos con los docentes de la Secretaría de Educación están los efectos de empezar a fumar a edades tempranas, un comportamiento que también está asociado con el consumo posterior de drogas duras, según comenta la profesora Lamprea.
Además de este efecto negativo, la docente advierte sobre la etapa vulnerable de neurodesarrollo por la que se atraviesa en la adolescencia, momento en el que ocurre una disminución de las conexiones sinópticas que no se están utilizando y un proceso de mielinización, en el que se cubren los axones de las neuronas con unas capas de una sustancia conocida como mielina, la cual hace que los impulsos eléctricos se transmitan de manera más rápida y eficiente.
“Eso hace que muchas de las regiones del cerebro en las que se están llevando a cabo estos procesos sean sensibles a los efectos de las hormonas sexuales, del estrés y de las drogas, en este caso de la nicotina. Esta droga activa los sistemas cerebrales que están diseñados para responder a cosas que nos gustan o nos motivan, alterando su respuesta al llegar a la etapa adulta”, asegura la docente.
Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co