31 de julio de 2019
Coloca tres guacales apilados,
párate de puntillas
y mira sobre la barda de adobe,
recordarás la perspectiva
que te inspiró de niño,
las calles polvorientas
que te vieron jugar,
el horizonte
cortado por los cerros
y el resto del terruño inveterado
que no volverá.
Entenderás porqué eres como eres,
verás rastros de lo demolido,
revivirás tu fantasía,
recordarás tu infancia
y añorarás el tiempo que se fue;
después,
usa los guacales como autos Fórmula Uno,
experimentarás un déjà vu,
reaparecerá la sencillez lúdica,
confirmarás que sí existe la sonrisa prístina,
el compañerismo desinteresado
y la autovacuna por exposición.
Párate de puntillas para alcanzar tus sueños,
brinca un poco si no los atrapas,
escala el muro lapidario,
y no dejes de intentarlo
cuantas veces sea necesario,
aunque todo indique que vas contracorriente,
que estás chiflado,
que no tienes remedio,
porque detrás de aquella valla imaginaria
está la inspiración seductora,
las calles polvorientas que te esculpieron,
la perspectiva que siempre ha estado a tu lado,
el terruño que te gestó y a su tiempo te parió.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com
