domingo, 26 de mayo de 2019

Mientras son peras o son Perones...



- La Historia Jamás Contada -

Hace bastantes años, transitando a bordo de un autobús por una popular avenida de esta Ciudad, al mirar distraídamente hacia arriba reparé en algo francamente inusitado, nada menos que… ¡una Cruz Gamada! Sí, el emblema por antonomasia de los nazis, de tamaño mural, pintado sobre la pared de una oficina que resultó ser la sede local del Partido Justicialista, entidad cuya existencia desconocía aquí en México.

Tomé entonces esto como otra de tantas curiosidades folklóricas, del tipo de las peñas taurinas y asociaciones semejantes, en que personas con gustos o añoranzas comunes, ya socialmente old fashioned, se reúnen para recordar sus viejos tiempos de juventud… Después de todo, no pasaba de ser un inocuo pasatiempo, ¿o no?

Esto viene a cuento por las notables semejanzas, cada vez más patentes, entre el Peronismo clásico y las transformaciones decretadas por ¿los artífices? de La Cuarta en lo concerniente a la relación individuo-sociedad-Estado, en un claro retroceso respecto a lo conseguido por nuestra propia evolución histórica.

No es la primera vez en épocas recientes que se intenta transformar idealistamente -en sentido filosófico- el País a fuerza de voluntad, pues ya durante el sexenio foxista, el Gobierno dio manga ancha al clero católico para (re)implantar viejas costumbres devotas –algunas decididamente antisociales- incluso en lugares donde nunca antes habían existido. En este caso, se intentaba hacer abstracción nada menos que de todo el Periodo liberal, mal visto por el Partido clerical entonces en el Poder.

Ahora nos encontramos en una situación más complicada si cabe, aunque no tanto por sí misma como por carecer del instrumental teórico y analítico adecuado para describirla y construir un modelo inteligible, comenzando por lo obvio: ¿Qué debe entenderse por IZQUIERDA al caracterizar partidos, candidatos y programas en una contienda electoral?

Sólo después de llegar a una definición aceptable -de acuerdo a ciertos criterios establecidos-, tarea ciertamente laboriosa, podríamos pasar a las siguientes preguntas dentro de la cadena lógica: 1. ¿Era –y subrayo el tiempo gramatical pasado- el actual Presidente, de suyo un candidato de izquierda? 2. ¿Podría considerarse justificadamente al Frente amplio que lo llevó al cargo, uno de izquierda propiamente dicho? y 3. ¿Corresponden su Programa y actos de Gobierno a uno efectivamente de izquierda?

Así que son precisamente cuestiones ontológicas como qué es -o no- la IZQUIERDA,  o cuándo llega a -o deja de- serlo, las que constituyen la clave de todo el asunto, pues sólo respondiéndolas satisfactoriamente podremos saber con certeza a qué atenernos en los hechos por venir o ya consumados. En su defecto, sólo tendremos propaganda cuyo propósito esencial es confundirnos y desorientarnos. (Incidentalmente, en cuanto a la definición del Gobierno actual como de “izquierda”, sólo tenemos la palabra de sus miembros, que estarán de acuerdo no constituye una garantía por sí misma ni mucho menos.)

Para concluir, respecto a la esvástica otrora pintada en la pared, es oportuno explicar que el general JUAN DOMINGO PERÓN -de aquí el nombre de "peronismo" con que se conoce a su Movimiento- fungió como agregado militar de la Embajada argentina en Italia durante el periodo de Mussolini, a quien admiraba, manteniendo también relaciones con el régimen hitleriano.

EXTRAÑOS CAMINOS  LOS DE LA HISTORIA, ¿NO CREEN USTEDES?



Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad   Investigadora de lo Extraño, músico profesional y estudioso de los  comportamientos sociales.

laterminalrosario.wordpress.com