viernes, 24 de mayo de 2019

El cerebro, la locura, la depresión y el alma (Artículo)


23 de mayo de 2019



El cerebro es dónde se conecta la tierra con el cielo, es el lugar donde se construyen los sueños, la felicidad, el encanto, el delirio, el amor y la conciencia, es el asiento maravilloso del temor, la ira, el dolor y la alegría; eventos mentales que en conjunto constituyen las emociones y pasiones, que como su nombre lo dice son las que mueven al espíritu humano a tener una constante transformación que lo llevan a la conexión con lo divino, la espiritualidad o el infierno.

En ese lugar asombroso que existe en el cerebro también es el lugar donde se forman los circuitos nerviosos y se sintetizan las moléculas que permiten la lucha constante para la sobrevivencia, es el lugar donde radican los programas de comer, copular, reproducirse, conspirar o matar para dominar. Pero también es el lugar donde se encuentran las funciones cognitivas superiores, la espiritualidad, el amor, la memoria, el raciocinio, la moral, etcétera; aunque también en alguna parte del cerebro es el lugar donde se llevan a cabo las batallas entre la parte animal y la parte espiritual del hombre, es el lugar del dualismo, de la incertidumbre, la depresión y de la locura.



El cerebro y la locura

La locura es el programa cerebral que se construye en el limbo de la fantasía y la realidad y que se torna incomprensible para la razón ya que forma parte del conflicto o dialéctica constante entre el YO y el SUPER-YO modulados por el ELLO o el ID. Y por ende al ser un programa mental todos los cerebros tienen una misma entrada para ese chip, es decir que todos los espíritus humanos y no humanos tienen la posibilidad de enloquecer dependiendo del grado del desarrollo cerebral, se dice que la posibilidad de enloquecer es directamente proporcional al grado de encefalización y de la socialización, por consiguiente el espíritu humano al tener el sustrato nervioso más grande de todas las especies de animales, tiene mayor susceptibilidad de enloquecer.



El cerebro dual

El dualismo es otro programa mental construido en el cerebro que permite la explicación filosófica o religiosa de que todas las cosas del universo, incluyendo la materia, la antimateria, la vida, el amor o la muerte, son el resultado de la combinación de principios opuestos e irreductibles. El dualismo es el programa que permite al espíritu humano instaurar el constructo mental para comprender el bien y el mal, el cielo y el infierno, la moral, la ética y otras virtudes y por supuesto los pecados. El cerebro gracias a este programa dual puede manifestarse como jactancioso o modesto, charlatán o discreto, generoso o codicioso, imbécil o inteligente.



El cerebro y la depresión

Desde el punto de vista neurofisiológico la depresión es consecuencia de la falta o alteración de los programas de decisión que permitan al espíritu humano realizar actividades para la solución de problemas o pendientes. El espíritu deprimido es poco feliz a consecuencia de una progresiva muerte neuronal y alteración del balance químico cerebral. Se dice que la felicidad y entusiasmo es inversamente proporcional al número de pendientes que el espíritu humano tenga por resolver, mientras que la depresión y la infelicidad son directamente proporcional a la cantidad de pendientes o problemas que no se quieren o pueden resolver. Dicho de otra manera el cerebro deprimido es un cerebro quieto inactivo o dormido.



El cerebro y el alma



Desde los inicios de los tiempos cuando el cerebro alcanzó cierta madurez, tamaño y número de conexiones nerviosas el hombre se ha preguntado sobre la existencia del alma o anima, esa fuente divina que da la vida y construye programas mentales y también se ha cuestionado, que en caso de existir el alma donde se encuentra esta. Los grandes Filósofos Griegos, ubicaron a el alma en el cerebro concepto que perduro por más de 20 siglos hasta la propuesta del filósofo, matemático y físico francés Renatus Cartesius (1596-1650) quien propuso y defendió que el alma y la conciencia no se encuentra en el cerebro, sino que son un constructo que sirve de interface entre el cerebro el medio y los aspectos socioculturales que en conjunto forman el ser y que se les conoce como el exocerebro. A esta propuesta de Renatus Cartesius se le conoce en el campo de las neurociencias como el error de Descartes, por proponer que la conciencia y el alma son más que la suma de las funciones cerebrales.

En resumen el cerebro es el andamio donde se construyen las emociones, es el lugar donde están los comandos eléctricos que inducen la síntesis y liberación de moléculas que permiten que la vida siga su cauce modulando las respuestas voluntarias e involuntarias de los seres vivos para adaptarse y mutarse para sobrevivir, reproducirse y evolucionar y es también en el cerebro donde se van acuñando a lo lago de la filogenia y la ontogenia los programas mentales que van conformando las características psicosociales de los individuos y es donde se asienta el temperamento, el carácter y la personalidad que hacen a un individuo único e indivisible.

Finalmente es importante decir que en el cerebro se encuentra el mecanismo sincronizador entre la parte material y espiritual del hombre y es el cerebro también quien a través de los programas mentales, permite la conexión entre el hombre, el tiempo y inmensidad del universo.


Mayo 2019


Bibliografía
1.-Juan Antonio López Benedi 
El código de las emociones 
Editorial obelisco. España 
2.-Hugo Aréchiga 
El universo interior 
FCE la ciencia/182/para todos. México
El cerebro, la locura, la depresión y el alma 
Enrique Canchola Martínez 
Universidad Autónoma Metropolitana 
Div. CBS. Unidad Iztapalapa 
Email.enriquecanchola@yahoo.com.mx