miércoles, 24 de abril de 2019

Consumo de energía se reduciría con incentivos


BOGOTÁ D. C., 23 de abril de 2019 — Agencia de Noticias UN-


El modelo de demanda propuesto consiste en un sistema de multiagentes (MAS), donde cada usuario tiene disponible un conjunto de dispositivos eléctricos y algunas preferencias de uso (cuándo y cuánto tiempo).

Por ejemplo, si uno de los dispositivos es un televisor con un consumo de 70W, al momento de encenderlo, los posibles cambios de este gasto eléctrico se reflejarán en el perfil de carga diseñado para el usuario, con base en el modelo planteado.

El MAS utiliza niveles de energía que reflejan las características reales de uso de energía de los aparatos domésticos –nevera, plancha, secadora-, comenta Mateo Alejandro Cortés, magíster en Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).

Cada usuario registrado en el programa podrá hacer seguimiento al consumo de sus electrodomésticos, a través de una especie de tablero de control que le será suministrado.

En el modelo, aplicado con los datos de consumo mensuales en Bogotá, la efectividad de los incentivos sociales está condicionada por el grado de aceptación del programa alternativo ofrecido a los usuarios en este modelo. Para esto, pueden cambiar sus perfiles de carga (consumo) una vez se inscriben en el programa, el cual cuenta con un límite de flexibilidad según sus preferencias. Es decir, pueden elegir mayor consumo para el teléfono y limitar el de la secadora para no sobrepasar los niveles establecidos.

La valoración subjetiva del gasto de electricidad y los costos por parte de los usuarios también es adaptada en el modelo, con el fin de ofrecer un enfoque más realista del consumo.

“La principal ventaja del modelo propuesto radica en la precisión lograda en la representación de los consumidores mediante la agregación de varios dispositivos para cada usuario”, sostiene.

El investigador recuerda que en el pasado se han propuesto incentivos financieros (compensaciones y sanciones) para la gestión de la demanda; sin embargo, en la mayoría de los casos, su costo de implementación supera el excedente obtenido, debido a la alta valoración de energía y la baja elasticidad de los consumidores.

Los principales resultados muestran que la aplicación de incentivos financieros puede resultar efectiva siempre que el monto de estos sea mayor que la energía consumida.

Por su parte, los incentivos sociales se refieren a cualquier programa o política pública que requiera mayor atención, que podría ser, por ejemplo, la asignación de recursos para reforestación y preservación de una reserva natural, que estaría condicionada al cambio en el perfil de consumo de los usuarios.

Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co