viernes, 29 de marzo de 2019

Los potros y la esfera



20 de junio de 2014

Ya está la baraúnda,
Lo que tanto deseaban
El mercachifle de la esquina,
El que comercia con los gritos
Y la expresión desaforada,
Ante lo que en esencia
Se convierte en la nada:
La esfera que rebota
Entre las redes de un rectángulo,
Y no deja ni humo,
Ni siquiera un rumor
Cuando ya se está quieta.
Y sin embargo, las gargantas,
Se resecan, se raspan,
Los ojos ya se escapan,
Se salen de sus órbitas;
Los músculos se tensan,
El ánimo se encrespa.
Hasta llegar a la violencia,
Si a eso los empujara.

Cuando la barahúnda
Abandona su sitio
Para que el viento y el silencio
Ocupen su lugar,
El éxodo comienza,
Y cada circunstante,
Marchando a su buhardilla,
A su choza,
A su castillo o su alcázar,
Considera que el mundo se ha salvado,
Que ya no habrá pobreza,
Que la existencia toda,
Se ha convertido en jauja,
Que las guerras quedaron
Al nivel de la tierra,
Que desaparecieron
Y que un futuro luminoso,
Nos cubrirá de norte a sur
Y de poniente a oriente,
Todo por el milagro

De una esfera de gajos
Que en manos de prohombres,
Dueños de muchedumbres,
Será capaz de manosear,
Manipular y dirigir
A multitudes
Manejadas, aupadas
Jaloneadas a diario,
Con el garlito de los triunfos,
La gloria;
El espectáculo soberbio
De potros correteando,
Peleándose la esfera,
Que irracional y abúlica,
Sin propia voluntad,
Ha convencido a miles
O millones tal vez
De que con su presencia
En la explanada,
Todos seremos hartos,
Ahítos y felices,
Aunque la hartura, solamente
Luzca en la mesa del señor,
Del potentado,
Del traficante del dinero
Del especulador de las finanzas
Que se ríe por lo bajo
Ante los gritos y los gestos
De los que ante la esfera
Se desgañitan y se encrespan,
Para después tornar a su buhardilla
Calmados y dispuestos
A recibir mañana la soldada
Por el sudor que expulsarán
Bufando tras la máquina,
Latigueando a la yunta,
Arriesgando la vida en los andamios,
En los tiros de minas,
Y regresar más tarde,
Cansados, fatigados,
A recibir de nuevo
Ante pantallas y bocinas
Dosis, por toneladas

De esa, la hipnosis colectiva,
Que como a cachorrillos
Amaestrados ya, domesticados,
Los aguijoneará,
Para que vuelvan a exultar,
Increpar y berrear
Ante los potros y la esfera.

Ricardo Montes de Oca, Puebla, Pue., 19-6-2014

Ricardo Montes de OcaRicardo Montes de Oca ha escrito novelas, ensayos, cuentos y poesía. Ricardo ha cursado estudios profesionales en México y Rusia.