- La Historia Jamás Contada -
En meses recientes me he dedicado a leer sistemáticamente textos
sobre Magia, ya sean antropológicos o doctrinarios, tarea que por años encontré
tan decepcionante que prefería enfocar mi curiosidad en otras direcciones del vasto
territorio del Misterio. Los primeros me parecían nada más que folklore, mientras
los segundos eran básicamente dogmatismo, no pocas veces aderezado de moralina,
combinación nada apetecible.
Precisamente lo contrario de lo que nos atrae de la Magia, esto
es, los actos maravillosos realizados por personajes enigmáticos y SABIOS, algo
aparentemente ajeno a lo que encontramos en los grandes Tratados: diagramas atiborrados
de signos y palabras extrañas que se encarga de “explicar” un larguísimo texto
muy parecido a los religiosos. (Hace décadas que considero la Religión como tan sólo Magia diluida.)
Pero ahora que me he impuesto la disciplina de leerlos, ha
ido quedándome claro que todo ese rollo preparatorio es para estar, si no
capacitados, cuando menos prevenidos de lo que puede acontecer al incursionar
en este campo: nada menos que entrar en contacto con lo DESCONOCIDO, pues
resulta que el objetivo de la Magia no es otro que “provocar, convocar, invocar,
evocar -todo lo que tenga que ver con llamar- voluntariamente al Misterio” a
nuestras vidas. (“Ten cuidado con lo que deseas, pues se te puede conceder”.)
Ya que no se trata sólo de lo Extraño inerte, sino también de posibles Inteligencias
y Voluntades, pues se supone que un MAGO, además de tener poder sobre las
cosas, también lo tiene para llamar en su auxilio a Entidades misteriosas. Es
de lo que trata la literatura mágica de diagramas, símbolos, objetos e instrucciones para usarlos, esto es, conjuros y ritos. Pero… ¿hasta dónde son
fiables unos y otras, tanto para convocar como, llegado el caso, repeler esas presencias,
en caso de que existan o se manifiesten?
Una pregunta incómoda para todo verdadero creyente en la
-o, mejor dicho, su- Magia, pero que conviene
formulársela de cuando en cuando al menos por salud mental, aspecto que puede quedar afectado
por estas prácticas e ideas.
También es oportuno considerar aquí que la Magia, entendida
como el deliberado contacto con lo Extraño, puede revestir formas que difícilmente
pensaríamos asociadas con ella en nuestro contexto cultural contemporáneo, como
son la adivinación, el channeling, el contacto “extraterrestre” y técnicas
semejantes. No se trata de abstenerse de ellas por principio, sino de estar
conscientes de lo que está involucrado, para nada inocuo como proclama la Nueva
Era.
Como todo lo relacionado con el Misterio, también es
necesario actualizar la teoría tradicional de la Magia que exponen los Tratados
clásicos haciéndola más accesible a la Razón, pero también enriqueciéndola con los
nuevos conocimientos y la reflexión filosófica contemporánea, aunque sólo sea
para conservar un necesario margen de seguridad al aproximarnos a lo...
DESCONOCIDO.
Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño, músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.
Imagen: libertaliadehatali.wordpress.com