PALMIRA, 27 de marzo de 2019 — Agencia de Noticias UN-
Desde hace nueve años Jaime Bolaños tenía dificultades para realizar estas acciones. El estudiante de la U.N. Sede Palmira sufrió un accidente automovilístico que le generó una hiperextensión de los nervios conectados a la columna vertebral, lo que limitó por completo las capacidades motrices de su brazo y mano derecha.
Alejandro Lozano Castillo, estudiante de Diseño Industrial de la U.N. Sede Palmira, quien desarrolló Tahnos junto con su compañero de carrera John Breitner Porras Rivera, explica que el dispositivo también ayuda a recobrar la fuerza perdida en los dedos y en la muñeca, y además facilita los movimientos que conservan la mano de las personas que han sufrido lesiones por accidentes o daños a nivel nervioso.
“La órtesis aporta un bloqueo –soporte entre el antebrazo y los dedos–, orientando la fuerza de tal forma que la carga se reparte sin comprometer exclusivamente la muñeca”.
El dispositivo está compuesto por cuatro partes que se pueden separar según la necesidad: la “muñequera”; los dedales, que se incorporan a través de ganchos y cauchos elásticos para aportar una fuerza de oposición que sirve de terapia en cada una de las falanges; el ejercitador, que complementa a los dedales; y la maleta de carga, similar a las utilizadas para los guantes de boxeo.
El aporte del diseño emocional
“Cuando él no está utilizando ningún dispositivo y levanta el brazo, su muñeca se cae y sus dedos permanecen totalmente cerrados. La órtesis que él usaba antes era demasiado rígida, como la mayoría de estas, y no le facilitaba abrir y cerrar la mano. Tahnos, por su parte, es dinámica y tiene un diseño deportivo, una particularidad que la diferencia de objetos exclusivamente médicos u ortopédicos”, explica el estudiante.
Uno de los principales aportes de su proyecto es el abordaje del componente emocional, gracias al trabajo continuo con el usuario, la estética del diseño y los materiales. Mientras otras órtesis son demasiado grandes, pesadas y aparatosas para ser usadas en diferentes contextos, Tahnos no aumenta el volumen de la mano y tiene la apariencia dinámica de un accesorio deportivo, ya que está confeccionada con malla y telas transpirables similares a las utilizadas en este tipo de implementos.
“Elegimos el nombre de Thanos como una resignificación del personaje de Los vengadores, película de Marvel, que utiliza un guante de poder para aniquilar. Nuestro diseño, en contraposición, lo que permite es recuperar la vida en la mano del usuario. Trabajamos con simbología para generar apropiación en los usuarios y evocar valores como la fuerza, buscando motivarlos y optimizar la recuperación”, sostiene el investigador Porras.
La órtesis también se destaca por cubrir la parte exterior de la mano (el dorso) dejando la palma libre, lo que le permite al usuario percibir texturas para recuperar paulatinamente la sensibilidad en esta área, a diferencia de otros diseños. Así entonces, la propuesta permite que la mano respire y se ejercite de manera constante.
“Thanos reduce la frustración y aumenta la autonomía, seguridad e independencia del usuario, lo que le trae beneficios emocionales en múltiples de niveles porque mejora su calidad de vida y facilita la integración a la sociedad”, declara la profesora Patricia Herrera Saray, de la U.N. Sede Palmira, directora de la investigación.
Diseñando con el usuario
En el primer semestre de 2018, el estudiante Bolaños le manifestó a las profesoras Herrera y Eliana Castro Silva su interés en rediseñar la órtesis que usaba, ya que le estaba ocasionando daños irreversibles en su mano.
Fue así como la atención de esta necesidad se convirtió en el proyecto de grado de los estudiantes Lozano y Porras, quienes empezaron a abordar el diseño emocional y social a partir de la asignatura “Nodo proyectual diseño y uso”, tomando como referencia las investigaciones del profesor de ciencia cognitiva Donald Norman, y de los diseñadores Victor Papanek y Víctor Margolin.
Inicialmente se realizaron análisis antropométricos y biomecánicos para el análisis de movimientos y capacidades residuales. Después se solicitó el historial clínico al usuario y se facilitó una valoración con una fisioterapeuta, quien identificó las principales falencias físicas de la órtesis, además de los daños que esta venía provocando a lo largo de los años. A partir de este estudio preliminar se adelantó una revisión de investigaciones, artículos y productos relacionados con el tema.
“Comparamos las características normalmente asociadas con el hombre joven, con la personalidad de Jaime, para entender sus expectativas específicas. De esta manera también trabajamos el componente social al permitir el acceso a un producto que la salud pública no garantiza de manera personalizada”, afirma el investigador Porras.
Con la información compilada, los estudiantes desarrollaron 12 simuladores hasta llegar al prototipo final, en un trabajo conjunto con profesores, profesionales de la salud y el usuario. Cada una de estas versiones preliminares se sometió a pruebas de usabilidad con el estudiante Bolaños.
“Fue importante involucrarlo en el proceso de diseño (participativo). Algo que resulta importante para él es volver a conducir un automóvil, pues sin el aporte de Tahnos su esposa debía llevarlo a muchos lugares y le resulta más difícil mantener el equilibrio en los buses del MIO. De esta manera, el usuario también puede ganar en autonomía”, asegura el estudiante Lozano.
La órtesis fue desarrollada y apoyada económicamente por el proyecto de Hermes “Diseño universal responsable y ergonomía al servicio de usuarios en situación de discapacidad”. Además la iniciativa participó como ponencia durante el XIII Congreso Internacional de Diseño Industrial que tuvo lugar en Rusia, en 2018.
Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co