29 de diciembre de 2018
Hay separaciones aparentes,
paréntesis en los acuerdos,
una especie de pausa
que hace más genial el reencuentro.
No son reales,
porque lo que unido está,
ni el temperamento ni las circunstancias
las rompen en definitiva.
Separarse en esos términos
es oxigenarse inconscientemente,
es darle tiempo al tiempo,
es confiar en el poder curativo de la distancia
y la capacidad regenerativa del motor y del juicio.
Llegado el momento
te reencontrarás primero a ti
y luego a tu complemento,
eso siempre obra,
no lo dice el dolor ni la emoción.
Prepárate para el reencuentro
y fúndete hasta el tuétano,
toma el tiempo suficiente,
el lapso es lo de menos
cuando lo que viene es lo más.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com
