En la alborada del amanecer
un hombre al despertar
ve dormir a su familia
en un sueño intenso y profundo…
Tan sólo es escucha en ellos
un suspiro de paz y de inocencia.
El hombre piensa en ir al trabajo
para regresar con el sustento familiar,
y vivir la vida, un día más…
aunque una lagrima
escurra por sus mejillas,
él sabe que no tiene
tiempo para penas…
él sabe que es el momento
de cambiar su rostro,
por el de careta de felicidad…
el reto es verse al espejo
y transformarse en un ser especial…
de su baúl mágico,
saca sus atuendos
que lo hacen lucir
como el actor principal
de una obra teatral
llamada: ríe y sé feliz...
eres un ser especial,
que en payaso te conviertes
vestido con intensos colores
que son el reflejo del bello arcoíris en el mar…
cuando haces acto de presencia,
todos aplauden felices y contentos
porque tú eres el payaso:
“el hombre que esperan…”
cuando la tarde llega a su final
y el cielo se oscurece,
vuelves a tu hogar
donde te esperan
con ansias de verte
tu sagrada familia…
en ese día maravilloso,
el Creador bendijo tu trabajo
y has de comer el pan
con tu familia,
con alegría, amor y felicidad…
Eres un gran hombre,
eres un payaso que tiene el talento
y la ferviente pasión por tu profesión…
eres grande payaso como el océano,
en la plaza, en la carpa,
en el circo y teatro,
tú eres libre,
no tienes distinción por tu trabajo…
Hoy los hombres, mujeres y niños,
reconocemos tu labor y con gran admiración
pronunciamos tu nombre:
¡Payaso, eres un gran hombre!...
Por todos los siglos,
te llevaremos en nuestros corazones
por hacer reír y dar felicidad
a la humanidad entera.
Autor: Lic. Leobardo Cruz Magariño.
13 de febrero del año 2018, Puebla, Puebla
leobardocruz2011@hotmail.com
Imagen: Internet.
