Te llamas María Juaquina,
ese es tu nombre de pila,
todas las mañanas acudes
al Pasaje del Ayuntamiento,
aquí en la bella Puebla.
A ti no te importa el frío o la lluvia,
vas a tu labor como si fuera
el primer día,
porque siempre dices que el trabajo dignifica tu vida…
Una sola razón te obliga:
ver a tus hijos fuertes y sanos
con educación y esmero
para luchar por la vida.
Eres capaz de trascender en el tiempo,
tu constante sacrificio
es motivo, para tus hijos,
de satisfacción y alegría.
Tú eres ejemplo viviente del trabajo
y lo haces humildemente
vendiendo tacos placeros,
que satisfacen el hambre
de las personas que pacientemente
esperan tu llegada…
El cielo y los volcanes
son testigos de tu carácter,
de tu constante dedicación
preparando los alimentos,
cuando en el día aun no sale el sol…
Tú eres grande y fuerte,
tú eres bondadosa como el mar,
repartes amor sin distingos
y más de una vez
has apaciguado el hambre
de un desprotegido…
Tú has visto pasar el ayer,
en tu rostro y tus manos
se refleja el trabajo brillante
que has hecho por mantener
a tu familia unida,
alejados de la maldad y el vicio…
cada día y a cada instante
has cuidado a tus hijos
como cada uno de los dedos de tus manos,
haciendo hasta lo imposible
para no perderlos.
Eres ejemplo para tus hijos,
que orgullosamente
siguen tu camino.
Como madre eres buena,
esplendorosa y transmites
a tus descendientes “el buen sazón”
inconfundible de ti…
Hoy, María Juaquina,
estamos orgullosos
en conocerte y de probar
el rico sabor con que preparas los ricos
tacos placeros.
¡HONOR BIEN MERECIDO,
QUERIDA MARÍA JUAQUINA!
Lic. Leobardo Cruz Magariño.
29 de Enero del año 2018, Puebla, Puebla.
leobardocruz2011@hotmail.com
