Poema dedicado a don Demetrio Hernández Xolocotzi,
el último fotógrafo de la Catedral de Puebla
que te ven a diario a la entrada
de la majestuosa catedral,
ignoran quién eres tú…
No les importa a que te dedicas,
qué cargas en tus manos;
manos que han vivido los embates de la vida…
y se vuelven como la arena del mar,
desgastadas por tu noble trabajo,
ellos solo ven en ti, un extraño anciano
que sonríe a la gente que ve pasar
y pide trabajo….
Algunas veces te confunden,
con uno más de aquellos,
que andan en el mundo desamparados…
Y te ofrecen una moneda de limosna
y siguen su paso, sin detenerse…
ignoran de qué eres capaz:
de detener el tiempo por instantes…
Demetrio es tu nombre,
el último de tu especie que aún tiene fe en su trabajo,
eres un hombre de convicción propia;
eres, padre, esposo, abuelo y amigo…
Todos los que te conocen, se susurran al oído,
diciendo ahí está Demetrio, fotógrafo profesional
que ha dejado su vida entera a los pies de la catedral…
Demetrio eres digno de admiración y de respeto para la juventud,
los barrenderos del zócalo,
los hombres y mujeres que se disfrazan
con pelucas y narices rojas
inclinan su frente en señal de reverencia…
al trabajo constante y honesto
que has desempeñado, al compás de las manecillas
del reloj de la catedral por largos años.
Hoy a Demetrio lo alcanzó el tiempo
y camina lento, por su edad,
quizás la enfermedad que penetra el cuerpo…
hoy pido honor a quien honor merece,
ve a conocer a Demetrio,
y pide que haga detener el tiempo,
como solo él lo sabe hacer
mediante su trabajo humilde y honesto….
Escrito por Lic. Leobardo Cruz Magariño,
26 de diciembre del 2017, Puebla, Puebla.