14 de abril de 2015
- Lecturas para cerebros raros -
El día crece en las cañadas. Los pinos se mecen con un silbido cargado de soledad. Arriba, en los arenales, en una oquedad se encuentra el altar cubierto por una capa de ceniza. Es el lugar sagrado, el lugar del culto y el ritual. En mayo las nubes viajan desde el sur distante. Se arremolinan, suben y permanecen en espera de la invocación. El tiempero limpia el sitio, coloca frutos y objetos varios. Ora hincado en la arena al igual que los devotos que le acompañan. A un lado la empinada pendiente conduce a la cima del Popocatépetl. Las oraciones buscan propiciar la llegada oportuna de la lluvia, el ritual es un pedimento agrícola. El volcán es un elemento sagrado, humanizado en el horizonte cultural comunitario. El tiempero ofrece regalos y pide los favores de la lluvia y el alejamiento del granizo, pide la buenaventura y la buena cosecha. Este es uno de los más antiguos rituales agrícolas sobrevivientes. Guarda ciertas similitudes con otros muchos que se practican o practicaron en muchas culturas. No es para menos. Eran y son los rituales agrícolas que vinculan al hombre con los dioses los que dan el alimento, el sustento, la sobrevivencia. Así la ceremonia celebrada a 4 mil metros en el Popocatépetl hubo otras celebraciones similares o aun más extraordinarias. Uno de los casos más notables, por sus características rituales son los Misterios Eleusinos celebrados en la fértil llanura de Eleusis, cercana a Atenas y considerados los más importantes durante la Antigüedad. Los Misterios Eleusinos han intrigado a los estudiosos de las religiones por el pesado velo que cubrió la celebración y sus ritos iniciáticos.
Los Misterios Eleusinos estaban dedicados a la diosa agrícola en Grecia, Deméter y la pasión sufrida para encontrar a su hija Core Perséfone, raptada por Hades y llevada al inframundo, al lugar de las Tinieblas. En los Misterios se recordaba la búsqueda de Core Perséfone (señora de las tinieblas) por parte de su madre Deméter, diosa agrícola. Core Perséfone raptada por Hades es ocultada en el inframundo. Deméter desesperada amenaza a Zeus con secar los campos hasta que Core aparezca. Finalmente, convienen en que la joven diosa raptada, pase 3 meses en el inframundo como esposa de Hades (como Perséfone) y 9 meses con su madre con el nombre de Core.
Los testimonios sobre Eleusis, originalmente un ritual estrictamente femenino, revelan que era la experiencia suprema en la vida de una iniciada. El myste (candidato) debía aguardar un año para obtener el “epopte” (grado iniciativo) y beber un brebaje que le producía temblores, vértigo, sudor frío y después una visión que trastocaba su experiencia anterior en una visión sobrecogedora ante un resplandor que provocaba un total silencio, pues la experiencia era imposible de comunicar.
La experiencia no llegaba a extenderse por la prohibición, bajo pena de muerte, de comunicar la iniciación. Guardar el secreto motivó que muchos historiadores juzgaran que se trataba de un absurdo y trivial culto a Deméter. Investigaciones más profundas han revelado otra cara de la celebración. Profundamente compleja y, vale la expresión, misteriosa.
En efecto, el bebedizo que tomaban los iniciados, era el kykeon un agente enteógeno obtenido de un hongo parásito de la cebada o cornezuelo que contiene LSA (amida del ácido lisérgico) una especie de precursor del LSD (dietilamida del ácido lisérgico). Probablemente los iniciados, sensibilizados por el ayuno y las ceremonias y peregrinación desde Atenas a Eleusis (40 km) fueran afectados por los efectos de la poción psicoactiva a estados mentales que les revelaban visiones asombrosas. La investigación y puesta en claro de cuáles eran las características enteogénicas de la poción, fueran investigadas por Robert Gordon Wasson y Albert Hofmann al buscar tradiciones y ceremoniales basados en los efectos enteogénicos de algunas plantas empleadas con fines ceremoniales o curativos alrededor del mundo. Ya lo había realizado con los hongos sagrados de María Sabina en México.
Los Misterios Eleusinos constituían una experiencia arrasadora que pervivió y pasó a Roma como uno de los grandes cultos aunque privado de algunos elementos. Los mystes debían ser mujeres hablantes del griego. Poco después, al anexionarse Eleusis a Atenas el templo debió abrir sus ritos a los hombres Paralelamente había otro ritual dedicado a Dionisios, el dios que está y no está, el embriagador el del sueño y la locura. En torno a la figura mítica de Dionisios se celebraban los pequeños misterios que tenían lugar en primavera y los Grandes Misterios de Eleusis durante el “boedromión” o mes de la luna de septiembre, justo cuando comenzaba a recogerse la cosecha.
Plutarco destaca la conversión del mystes o iniciado en la seguridad de la inmortalidad del espíritu después de la muerte corporal (esta creencia es sorprendentemente parecida a las creencias cristianas. Quizá nuestra fe en la otra vida, herencia cristiana, tenga su raíz en los Misterios).
“El alma, en el momento de la muerte, sufre la misma impresión que los que part5icipan en las grandes iniciaciones. Y las palabras se asemejan a las cosas, ya que morir y ser iniciado poseen la misma raíz. Primero viene las marchas al azar, las penosas vueltas, las carreras angustiosas y sin rumbo en medio de las tinieblas. Al acercarse al final, el pavor, el sudor y los estremecimientos llegan a su grado máximo. Pero más allá de todo eso resplandece una luz admirable; el iniciado se encuentra en lugares puros, en praderas alegradas por las voces y las danzas…”
Durante los años formativos del cristianismo, los Misterios Eleusinos fueron condenados pero sobrevivieron ocultos. El templo Eleusino fue destruido en el siglo IV por Alarico. En los Balcanes y algunas regiones de la Grecia moderna aun subsiste este antiquísimo ritual, al igual que otros como el caso del ceremonial en la Iztaccíhuatl o el Popocatépetl. Nos despedimos con una verdad Eleusina debida a Giorgio Colli “la locura es la matriz de la sabiduría”.