No conozco ningún momento en afligirme,
en hacer algo, que ya lo hice,
he tocado la puerta y se ha abierto,
he buscado y he encontrado,
he pedido y he recibido…
Hoy acepto mi destino,
que yo mismo he construido,
y al cerrar mis ojos
siento el viento que ligeramente toca mi rostro…
Veo desfilar recuerdos de mi infancia,
al lado de mis padres,
veo a mi familia estar sentados,
alrededor de una mesa,
en plena comunión…
Y al despertar de ese sueño hermoso,
levanto mis manos al infinito,
elevando una plegaria al creador del universo,
agradeciendo el haberme permitido,
vivir una vida sin distingos,…
Hoy trazo mi vida,
haciendo camino al andar,
de mi interior brota un suspiro,
de paz, de aliento de seguir viviendo…
Busco un punto de equilibrio,
para seguir sosteniéndome,
en esta lucha constante de vivir,
en armonía con el universo…
No le pido nada a la vida,
tengo lo justo, tengo mis pies,
tengo mis manos, tengo un corazón
fuerte para seguir amando…
He amado con ansias locas,
y he besado los labios carmesí,
de una Reyna angelical,
También:
he ganado y he perdido,
he gozado, y he sufrido,
he reído, y he llorado, …
Por mis venas corre la sangre,
que me levanta a seguir de pie,
en alerta cada día , en cada
instante de mi vida…
Aun escucho el cantar a los pájaros,
aun puedo distinguir la fina luz
de una estrellas en el firmamento,
aun percibo el rico aroma de una flor silvestre,…
Aun siento el aliento del sabor de un beso,
aun puedo tocar con mis manos,
el bello cuerpo de venus,
esculpido por los dioses…
Aun puedo penetrar la carne,
de una mujer dulce, limpia y pura.
digna de mi vida, digna de mi ser…
Soy un hombre que a lo lejos,
ve venir en el horizonte,
un mundo lleno de experiencias…
Estoy preparado para zarpar en ese barco,
siempre dispuesto a llegar,
al puerto a donde ha de arribar…
Sí, soy así para siempre,
esa es mi naturaleza,
ese es mi lugar en esta tierra,
¡Cumpliré mi destino para siempre!
Autor: Lic. Leobardo Cruz Magariño11 de noviembre 2018.
Puebla, Puebla.
