domingo, 25 de noviembre de 2018

Literatura de misterio más allá de la ficción




- La Historia Jamás Contada -
No dejó de sorprenderme ayer, buscando bajo el encabezado “literatura de misterios reales”, que todos los resultados arrojados se refirieran exclusivamente a obras de ficción, como si el Misterio mismo no existiera más que en la imaginación de los narradores. Una indicación elocuente de cuán separados estamos, por simple convencionalismo, de esa parte de la realidad que el Poder aún no ha sido capaz de administrar.

Mi intención era tan sólo contar con un esquema histórico sobre la aparición y eventual evolución de las revistas y libros serios sobre esta temática, cuáles eran sus tópicos más comunes y a qué sectores específicos de la población se dirigían según la edad, procedencia social, escolaridad, etc. No otra cosa que la demografía en una especie de mercadotecnia hipotética.

Pero la anécdota me ha llevado a pensar con más detenimiento el asunto, al demostrarme lo objetivamente limitados que estamos cuando de salir de nuestra condición -en este caso, ideológica- de facto se trata. Es decir, que esta aparente nimiedad nos da cuenta del alcance político de la CENSURA, aunque light, nada inocente, que se ejerce -y ejercemos- sobre estas vías alternas que, cuando menos, nos permiten ir más allá, así sea imaginariamente, de lo establecido. (De ahí la potencia política contenida en la icónica frase: “l'imagination au pouvoir!”.)

Así que, adentrándonos en el Misterio “real”, nos convertimos en seguida en disidentes políticos: ésta era la razón de la persecución, por parte de las Iglesias establecidas, de los visionarios que no se ponían inmediatamente a su servicio, sin importar sus buenas -o malas- intenciones, la influencia que pudieran ejercer sobre otros o su salud mental, pues habían dado con un pasadizo secreto por el cual podían eludir cualquier tipo de conminación a someterse a la Autoridad.

Y en este punto ya resulta irrelevante si tal o cual Misterio es de alguna manera real o tan sólo un autoengaño, una ficción que se trata de hacer pasar por realidad a uno mismo o a los demás, pues se ha convertido prácticamente en una forma de protesta, dando origen a una CONTRACULTURA, llevándonos en consecuencia a tratar de ubicar fuentes diferentes, más confiables, pero… ¿dónde encontrarlas?

La forma inmediata es acudir a los viejos misterios familiares antes que embarcarse en la investigación de informes procedentes de la industria mediática, incluyendo, por supuesto, la editorial. Si ya se posee un aceptable conocimiento o experiencia en estos temas, no será difícil, al reconsiderar los misterios locales de siempre, aparentemente “simplones” para nuestro gusto, hallar patrones y relaciones significativas que podrán entonces documentarse apropiadamente, constituyendo el punto de partida de una nueva LITERATURA DE MISTERIOS REALES de la que podremos estar razonablemente seguros de no ser (auto)engañosa.

Lo que sucedió en este campo favorito, fue que nos volvimos demasiado consumistas y, por ende, conformistas, dejando que fueran otros quienes establecieran los criterios de lo REAL y lo FICTICIO. Pero, como en todas las cosas, la mejor forma de empezar, incluso de nuevo, es simplemente... ¡POR EL PRINCIPIO!


Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso  de los comportamientos sociales.

Imagen: www.labitacoradeltigre.com