22 de julio de 2018
Ahí estás con esa figura que corta el halo de la Luna,
satanizada, prejuiciada, odiada, atacada... incomprendida
con el corazón como único refugio,
último asilo mutado en arca para cruzar el tiempo.
La magia, tu campo de acción natural,
a veces vidente, clarividente, curandera,
pero siempre portadora de la vida
con dones obstruidos por los dogmas;
afirmaciones impuestas con estacas, hogueras o fármacos.
Tu sensibilidad te enraiza con la Madre Tierra,
de ahí tomas tu energía sanadora
y del Padre Sol el aliento inquebrantable de hacer el bien.
Hoy estás aquí cumpliendo nuevamente tu cometido,
abonando para mantener la fe viva,
dando la lucha para elevar el nivel vibratorio
para reorientar el derrotero de la humanidad
y evitar las contracciones violentas del planeta.
Aquí sigues sanando el útero sagrado
y ayudando a tus pares a descubrir su masculino divino.
Discretamente has bendecido las cosechas
y sigues trayendo a esta dimensión
los mensajes del más allá.
Hoy estás encubierta pegada a tu dispositivo móvil,
en la ciudad o en el campo,
detrás de manta, casimir o mezclilla,
por tu cabeza fluyen la preocupaciones comunes,
pero en tu corazón sabes que late una verdad añeja.
Hoy estás luchando tus propias batallas,
tus íntimas confrontaciones
en silencio, siempre en silencio.
Manten viva la diosa que vive en ti,
para bien de todos y de los tuyos,
que así sea hoy siempre,
por los siglos de los siglos...
Así es.
Así será.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com
Imagen: serconsciente.com.ar
