27 de junio de 2018
Camino etérea sobre el tiempo
mientras el hombre caza
savia del árbol eterno me rodea.
Seres somos en el todo,
el hombre no quiere ver,
pero a los ojos yo te veo
Un Dios que lame la espalda del tiempo
Un Dios que cocina desencuentros
Un Dios que escribe con tinta invisible sobre pieles
Un Dios no con pies de barro pero si con alas de enamorado
Un Dios ante el espejo.
Doble visión del mundo,
lo alto y lo bajo.
Los abuelos del hombre dijeron
no llegues con las manos vacías ante lo supremo
no bajes al vacío.
Rinde justas tus cuentas.
No estás solo ante el mundo,
es tu palabra la que rinde balances.
Hay un don que te reclama
¡Ve a poseerlo!
Seres somos en el todo, el hombre no quiere ver.
¡No quiere saberlo!
Mi manada es el mundo donde habito
No soy nada sin ella.
Los hombres salen a cazar y tienden trampas
untan cuchillos para desollar con grasa de oso
frente a su casa cae en la trampa el lobo
y muere ahogado en su propia sangre
como tú en tu propia palabra.
Seres somos en el todo, el hombre no quiere ver.
¡Auuu!
El hombre no lo quiere ver.
Ahogada en su propia sangre
mi palabra regresará como Chamán.
Loba desangrada.
Alcanzó a ver
una tierra que clama a sus muertos,
Totem sagrado.
Desdibuja los tiempos,
él ahora ha llegado.
Abre tu eterno e infinito espacio
Totem sagrado.
Reclama tu don y compártelo
No sea que lleguen los tiempos de Chamanes
y tú te presentes vacío de espíritu y de manos
Alcanzo a ver
Un Dios que lame la espalda de tu tiempo
Un Dios que cocina todos tus desencuentros
Un Dios que escribe con tinta invisible sobre tu piel y tus ayeres.
Hombre con pies de barro
recuerda que estás ante un Dios en el espejo.
Tal vez no lo quieras ver
¡Yo te lo recuerdo!
Somos todos UNO ante los ojos del universo
© Fabiola Morales Gasca es integrante del Círculo de Escritores Sabersinfin.comImagen: caminosagrado.com
