28 de junio de 2018
Y ahora me duelen tus caricias porque noto
que tus manos son cristales rotos bajo mis pies.
Dices que te estoy haciendo daño
que con el paso de los años me estoy haciendo más cruel.
Pero es que nunca creí que te vería,
remendando mis heridas con jirones de tu piel.
Sánchez Pizarro.
Tal como marea, ella iba y venía
con esa voz, sonido de diapasón;
sus besos de a peso y su alma vacía,
que sólo erosionaban mi corazón.
El verla de nuevo, su apología,
primavera no te vayas, por favor;
al final, devenía en elegía o
como tren dejando rastro de vapor.
Que vaya y baile con brazos arriba,
con su afecto de descalabro,
que mejor no vuelva, suya la diatriba
La vida itinerante la reclama,
a mi terco afán le ha quedado claro,
agua dulce reniega de salada.
Hugo Islas (nextic_yolcatl@yahoo.com.mx) radica en Puebla, es amante de la música y las letras.
Foto: Internet.