- La Historia Jamás Contada -
Como cualquier otro aspecto de la vida social, el
METAFÍSICO, entendido éste como la perspectiva de lo que puede haber más allá o
al final del horizonte de lo inmediato cotidiano, accesible –cuando menos en
principio- a todos, no se limita a una forma única y universal, sino que se
despliega en una amplia y cambiante variedad de conceptos, correspondientes a
su vez a otras tantas experiencias individuales altamente subjetivas, por no
decir inefables y cuya importancia relativa en la vida diaria varía también de un
individuo a otro.
Esto al margen del origen social, étnico, cultural o incluso
pertenencia formal a alguna Iglesia o corporación religiosa o similar
reconocida, pues la vida real nunca coincide puntualmente –y, con frecuencia,
ni por aproximación- con lo que ésta debería ser para los fundadores o
promotores de aquéllas, muchos de los cuales resultan ser verdaderos fanáticos
empeñados en imponer sus particulares convicciones a otros y así adquirir Poder sobre ellos.
Por ejemplo, este año quedaron una junto a otra la antigua
celebración de la Semana Santa y la más reciente, pero ya también tradicional
neopagana de ir a “cargarse de energía primaveral” en las Pirámides, con sus reminiscencias prehispánicas: una poderosa forma simbólica de
desembarazarse del oprobioso recuerdo de la Conquista y lo que ella significó
para las metafísicas diferentes.
Pero existen muchas más muestras de esta diversidad a lo
largo de la Historia, piadosamente ocultadas por los historiadores oficiales,
tanto los orgánicos del Clero como los civiles pusilánimes que no se atreven a
difundir abierta y directamente sus hallazgos, dejando que sean divulgadores
poco escrupulosos los encargados de “filtrarlos” –en los dos sentidos- al
público, reduciendo considerablemente su impacto crítico sobre la ideología aún
dominante en este aspecto.
Incluso en esta época contemporánea, con su aparente
desenfado para abordar y practicar las DIVERSIDADES –culturales, eróticas,
etc.-, éstas continúan evocando un cierto
aire de clandestinidad, diligente y sistemáticamente aprovechado por los
restauradores del antiguo orden totalitario para prevenir en contra a quienes
se sienten por primera vez atraídos hacia ellas, erigiéndose ya sea en pontificantes Autoridades inflexibles y dogmáticas o, por el contrario, comedidos consejeros
oficiosos en materia espiritual. (Por cierto, elegí la palabra “metafísica” en
lugar de “espiritualidad” por las implicaciones religiosas comúnmente asociadas
con esta última, mientras la primera, que la incluye, es sin embargo más
amplia.)
Por eso es de la mayor importancia para todos, informarse adecuadamente
sobre la amplísima gama de concepciones metafísicas que existen ahora mismo y desde
hace ya un buen tiempo en los lugares que habitamos, a fin de contar con un criterio
propio a la hora de evaluarlas para nuestros objetivos personales.
Resumiendo, la VARIEDAD METAFÍSICA actual constituye por sí misma una DIVERSIDAD que, como las otras, puede ENRIQUECER
de maneras inesperadas nuestra vida tanto individual como colectiva al
mostrarnos horizontes que nunca llegaríamos siquiera a sospechar de permanecer en la “bendita”
(¿?) ignorancia en que han tratado de mantenernos sumidos durante siglos los
beneficiarios del Sistema.
Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.
Imagen: 4.bp.blogspot.com