Los obstáculos que vemos como barreras, son oportunidades de crecimiento.
Para muchos el camino de la vida es cuesta arriba para hallar logros y éxito. Tanto así, que, por eso hay pasajes de ella que tratan de evitarse. Pero, hay otro tipo de personas que buscan “el reto o la desventura” para demostrarse a sí mismas de qué son capaces de lograr.
Éste último tipo de personas se les cataloga como aquellas a las cuales les gusta la “mala” vida, y en parte pueden tener razón los que piensan de esa manera. Pero, si lo vemos de otra manera, es muy probable que se deba a algo muy profundo.
Enfrentarse a las barreras satisface la necesidad legítima de cada uno, de renovarse y evolucionar.
En cierta forma yo lo estoy viviendo ahora que radico en una cultura diferente.
Día a día me enfrento en Múnich con el “obstáculo” del idioma, y aunque tengo un nivel básico-intermedio del alemán, a veces me topo con individuos que no hablan inglés y mucho menos español, y pese a los diccionarios y traductores en línea, llego a sentir una dependencia hacia otras personas que dominan la lengua.
Me he encontrado con personas que piensan que soy tonta porque no logro comunicarme correctamente a la primera, o me han dicho que por qué vine a Alemania si no hablo correctamente su idioma.
Cuando me ha pasado eso pienso que lo más fácil sería encerrarme en mi propio mundo, en tirarme al sentimentalismo o en regresar a México.
Pero cuando siento que me van a acechar esos sentimientos y pensamientos, saco fuerzas de muy adentro y me repito que eso me va a hacer más fuerte, que eso me está preparando para lo que venga en el futuro.
Así que me doy ánimos y me sumerjo más en el estudio del idioma y también en ponerme en los zapatos de millones de personas que están pasando por las mismas circunstancias y a veces pasan frente a nosotros sin que nos demos cuenta.
A mí me motivan mucho historias de personas que han salido adelante pese a todo, por ejemplo, sin ser fanática del futbol –aunque alguna vez tomé un curso de verano- me inspira la historia de Hugo Sánchez, el exitoso exfutbolista que triunfó en el balompié mundial formando parte del Real Madrid.
Me inspira saber que pese a los gritos discriminatorios desde la tribuna él les demostró a todos de qué era capaz y ganó tantos títulos individuales y colectivos. Después de varios años terminó convirtiéndose en ídolo en España y en México.
Así hay muchos casos que valen oro para quienes nos encontramos lejos de nuestra patria.
En mi próximo artículo le seguiré platicando más de mis experiencias en Alemania, pero por ahora me quedo con la fortuna que significa el ser capaz de cambiar nuestra manera de pensar y sentir, y con ello modificar la realidad al modo que queremos vivir.
Eso nos hace seres en constante cambio… en continuo autodescubrimiento.
Ixchel Pérez Hernández es estudiante de música e historia del arte. Dirige Sabersinfin.com Alemania.
Imagen: steemkr.com
Publicado originalmente en Saber Sin Fin el 24 de febrero de 2018
