miércoles, 24 de enero de 2018

Lenin el revolucionario


Salvo el poder, todo es ilusión.
Vladimir I. Lenin

Un día como hoy, 21 de enero, pero del año 1924, el gobierno ruso fue sacudido fuertemente por la muerte de Lenin, político, revolucionario, teórico político y comunista, cuyo verdadero nombre era Vladímir Ilich Uliánov -primer presidente del Gobierno bolchevique y fundador de la Unión Soviética. Es indudablemente la figura más importante de la revolución de octubre de 1917, que llevó al poder a los bolcheviques quienes iniciaron un cambio radical no sólo en la historia rusa, sino también en lo que respecta a la historia universal. Los efectos de esta revolución caracterizan las
transformaciones políticas y sociales de nuestro tiempo.


Lenin, carismático, de excelente sentido del humor y con una mente privilegiada, usó este nombre como uno de sus seudónimos revolucionarios y se cree que lo eligió como oposición al principal líder revolucionario Georgui Plejánov, quien usaba el seudónimo Volgin, por el río Volga. Vladímir Ilich, según esta teoría, eligió el río siberiano Lena, donde fue desterrado durante tres años, por ser este río más largo y circula en la dirección opuesta. Existen otras teorías sobre el origen de su nombre, ya que el mismo Lenin nunca explicó por qué lo escogió.

Lenin nació el 22 de abril de 1870, fue el cuarto hijo de Ilyá Nikoláievich Uliánov y María Aleksándrovna Blank. Su padre era un funcionario de origen mongol y su madre, era de origen judío. El primer incidente que alteró la tranquilidad de su vida se produjo en 1887, cuando la policía arrestó y ejecutó a su hermano mayor por haber participado en una conspiración para asesinar al zar Alejandro III, es por ello que se acrecentó su animadversión contra el régimen zarista. En 1896, Vladímir Uliánov propuso matrimonio a la judía Nadezhda Krúpskaya, cuando ambos se encontraban en la cárcel por ser miembros de la Unión de la lucha por la liberación de la clase obrera, creada por Vladímir.

Posteriormente se casaría con Nadezhda (1898), mujer inteligente, pragmática, y en los primeros años de su relación matrimonial, planeaban tener hijos. Pero ella al padecer hipertiroidismo, esta enfermedad la privó de la oportunidad de ser madre. Cuando Krúpskaya supo que no tendría hijos, se dedicó totalmente a la actividad política y se convirtió en la principal asistente de su marido. Le acompañaba en sus distintos exilios y analizaba los materiales y la correspondencia que recibía el líder del socialismo internacional, mientras que al mismo tiempo escribía sus propios artículos.

Las actividades de Lenin contra la autocracia zarista le llevaron a entrar en contacto con Georgui Plejánov, fue éste quien le convenció de la ideología marxista. En 1897, Lenin fue detenido y deportado a Siberia, donde se dedicó al estudio sistemático de las obras de Marx y Engels y elaboró su primer trabajo sobre la aplicación del pensamiento marxista a un país atrasado como Rusia.

Tras su liberación en 1900 partió al exilio y fundó en Ginebra el periódico Iskra (La Chispa). Por entonces publicó la obra Qué hacer (1902), en donde defendió la posibilidad de hacer triunfar en Rusia una revolución socialista. En el II Congreso del Partido Socialdemócrata Ruso (1903), Lenin impuso aquellas ideas que defendía su modelo de partido fuertemente disciplinado como vanguardia de una revolución que creía viable a corto plazo.

En 1905 Lenin volvió a San Petersburgo para participar en la revolución que había estallado en Rusia como consecuencia de la derrota en la Guerra Ruso-Japonesa. Cuando la Revolución de febrero de 1917 derrocó al zar Nicolás II y llevó al gobierno a Kerenski, Lenin regresó a Rusia. Un golpe de Estado en los primeros días de noviembre de 1917 se convirtió en la triunfante Revolución de octubre gracias a la estrategia bolchevique de centrar sus demandas en el fin de la guerra y el reparto de tierras. Lenin presidió el nuevo gobierno o Consejo de Comisarios del Pueblo.

Aquejado por una grave enfermedad, Lenin se fue retirando paulatinamente de la dirección política hasta su muerte, cuyo cuerpo, del que fuera líder soviético, fue embalsamado y se expone en un mausoleo en la Plaza Roja de Moscú desde 1924. Es así, amable lector, que, si mencionamos a Lenin, vendrá a la mente uno de los más grandes pensadores del siglo XX, su popularidad en el mundo y en Latinoamérica sigue siendo alta, ya sea positiva a negativamente y cuyas ideas adquieren cierta actualidad a medida que se desarrolla la crisis mundial y que empiezan a surgir nuevos fenómenos de la lucha de clases a nivel internacional.

Jorge Rodriguez y Morgado 2Jorge A. Rodríguez y Morgado
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