Compartiendo tu Opinión
El artículo pasado, te comenté que las empresas esperan contratar empleados que, además del perfil profesional específico, tengan responsabilidad, integridad, puntualidad, eficiencia, flexibilidad,capacidades para la resolución de problemas, para organizar y planificar, trabajar sin supervisión, desarrollar juicios prácticos y de sentido común, trabajo en equipo, servicio al cliente, actitud positiva ante el trabajo; seguridad y autoestima.
Todos esos atributos son parte de la formación humana. Esa que se adquiere por la educación, incluso desde la escuela elemental, cuanto el maestro pide trabajos con puntualidad y limpieza, que no hagas trampa y copies la tarea de otro, que seas responsable al entregar lo mejor de ti en ello. Así te enseña: ética, puntualidad, orden, responsabilidad e incluso trabajo en equipo.
Pero esa formación también viene desde el hogar, de la educación que los padres dan con su ejemplo, porque es nuestro comportamiento el que siguen los hijos, en vez de cualquier “sabio” consejo con que solemos apabullar y nosotros mismos no cumplir.
El Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. (CIDAC) publicó en 2014, la Encuesta de competencias profesionales ¿Qué buscan -y no encuentran- las empresas en los profesionistas jóvenes?
Así que todos: las autoridades educativas, las instituciones de educación, los maestros, los padres de familia y, desde luego, principalmente los jóvenes debieran dar un repaso a conocer algunos de los datos reveladores que se encuentran en la Encuesta de competencias profesionales 2014.
Cabe señalar que el Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC), que es un think tank independiente, sin fines de lucro, que realiza investigaciones y presenta propuestas de políticas públicas, para el desarrollo económico y social de México.
Sin entrar en detalles, mencionaré, por ejemplo, las dos características sobresalientes que en cada área de conocimiento las empresas buscan en sus empleados: en cultura general se espera que tengan conocimientos básicos de uso de equipo, así como sobre administración y reclutamiento. En cuanto a herramientas de comunicación se espera que el empleado tenga adecuada comunicación oral y escrita en español.
Y que en cuanto a la comunicación con otros sea capaz de resolver conflictos, tener argumentación lógica y dar y recibir retroalimentación en la comunicación con otros. Mientras que en su aspecto físico tenga vestimenta, arreglo personal y modales congruentes con la empresa.
En eficiencia personal se espera que sepa trabajar bajo presión, pueda planear sus tareas y tenga disposición de aprender. Al mismo tiempo que en inteligencia emocional pueda apegarse a procedimientos y tenga pensamiento lógico y ágil, sea discreto en el uso de información confidencial y sepa iniciar y mantener relaciones profesionales.
Sin duda alguna, todos estos temas nos ponen a pensar cuando hablamos de las oportunidades de trabajo para los universitarios recién egresados y el personal en general.
Hay mucho por hacer desde todas las trincheras, no importa cuál es la nuestra, para entre todos impulsar la educación por competencias en nuestros jóvenes y la mejora continua a través de la educación permanente, a fin de cuentas siempre hay algo nuevo que aprender.
Tener claro a través de encuestas hacia dónde va la educación permitirá sin duda que las empresas se vinculen más con las universidades para afinar el perfil de los egresados, que las oportunidades de empleo también establezcan con puntualidad qué competencias se pueden desarrollar.
Falta mucho, mucho por hacer. Pero todos podemos ser parte de ese proceso.
*Imagen: donbosco.es
Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana
08 de julio de 2015