miércoles, 20 de diciembre de 2017


Compartiendo tu Opinión
Para correr (y para la vida), una parte consiste en preparar el cuerpo: el entrenamiento constante, la dieta, el ejercicio. Pero si se trata de correr un ultramaratón de 100 kilómetros, donde te esperan más de 20 horas de camino, también es importante preparar la mente y el corazón.


Jóvenes como el  ultramaratonista Alejandro Mora Rodríguez son un admirable ejemplo de ello.

Correr por 24 horas, si es necesario, no es una tarea fácil. Sólo quien está bien preparado puede lograrlo. Eso me hace pensar en ¿cuánto exige, a veces la vida, y cuántos están dispuestos a pagar el precio del éxito?

Es admirable y conmovedor escuchar a este joven mientras relata: “hay personas que he conocido cuyo ejemplo me hace ir por más, como en la pasada carrera de Coahuila, donde un señor corrió 50 kilómetros con una prótesis”.

 “Salir tu zona de confort y atreverte a creer en ti. Eso es lo único que hay que hacer para preparar la mente y el corazón –dice Alejandro Mora,- ya que la carrera la inicias junto con muchas personas, pero luego te vas quedando solo, y hay que continuar a pesar del cansancio, a pesar del desánimo, a pesar de no ver la meta, a pesar de la desolación, correr y seguir corriendo a pesar del frío, a pesar de la noche,  avanzar entre los cerros o en el desierto, y no parar sino hasta completar los 100 kilómetros”.

Salir de tu zona de confort y atreverte a creer en ti, eso es lo único que hay que hacer sugiere nuestro amigo Alejandro Mora. ¡Qué fácil y qué difícil puede ser!, pienso yo.

Los sábados acude a la escuela. Ahora mismo su rutina consiste en entrenar todos los días a partir de las cuatro de la mañana. Trabaja con sus caballos, como jinete, como entrenador o dando equinoterapia, durante el día. Vuelve a entrenar por la noche, esta vez para adaptarse al frío. Y los domingos, cuando hay oportunidad, corre en ultramaratones que se organizan por el mundo.

Existen muchos jóvenes en el orbe que trabajan y estudian para abrirse paso por la vida. Ellos, los mejor equipados desde la mente y el corazón, son capaces de hacer todo lo que sea necesario para salir adelante, ellos serán los conquistadores del futuro, para hacer del mundo un lugar mejor, para hacer de la vida lo que se necesita, para dar a otros una parte de sí mismos.

Esto lo confirmo mientras escucho en nuestra plática al ultramaratonista mexicano: “para mí, llegar ahí, más que una meta, es un compromiso. Esta vez el 25 de septiembre en la carrera Perú 90 km, la medalla que consiga es una promesa  de que todo se puede lograr que le hice a  Mailia Goforth, niña postrada en una cama en los Estados Unidos, con síndrome en el corazón perforado, le prometí que así como yo puedo llevarle una medalla, ella va a sanar su corazón”.

Y finalmente coincidimos en la visión: “uno de los principales problemas que vivimos es no estar preparados, no tener estudios que te respalden, es un problema grave, que vivimos en la actualidad en México. Yo me inicié  como jinete y entrenador de caballos, actividad en la que económicamente me iba bien, pero cuando me acercaba a los 30 años reflexioné: ‘los caballos se van a ir y no voy a poder seguir montando toda la vida’ y entonces me decidí a estudiar Psicología Organizacional".

Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana.