sábado, 25 de noviembre de 2017

Más allá del arte de caer y levantarse


Sabersinfin
“Caerse y  levantarse 
es sólo una ilusión de 
nuestras emociones y pensamientos”.
Abel Pérez Rojas.


Si está usted aceptando el juego dicotómico de caerse y levantarse es muy probable que también haya asumido como verdaderos una serie de supuestos que pueden erradicarse desde ahora.

Estamos acostumbrados a asumir algunas afirmaciones que provienen de lo que hemos escuchado una y otra vez, de tal manera, que son tantas veces que llegamos a creerlo.

Una de ellas tiene que ver con lo que inclusive se ha dado en considerar como un arte: caer y levantarse en la vida diaria; lo anterior como una referencia a los errores que cometemos todos los días y que debido al profundo dolor que nos ocasionan nos impiden temporalmente continuar nuestro camino.

El binomio de caer y levantarse es una dupla similar al de éxito y fracaso que en alguna otra ocasión ya le he compartido. Ambas en gran medida son ilusiones.

Sentimos que “caemos” –entre otras situaciones- cuando fallamos a algún compromiso que hemos asumido ante los demás o ante nosotros mismos. Y la falla está en función a que no alcanzamos los objetivos trazados.

Cuando ese es el caso no tomamos en consideración que muchas de las cosas que nos proponemos no las elegimos libremente, a veces de manera burda nos son impuestas a partir de las expectativas que los otros tienen sobre nosotros, o peor aún, desde los primeros años de nuestra vida, por seres que amamos.

Frecuentemente esas expectativas no tienen bases sólidas y reales, se sustentan muy seguido en lo que creen las mayorías de lo que es lo socialmente correcto y apropiado.

He ahí cuando interviene un elemento que pasa inadvertido: el sentimiento de culpa.

Eso que llamamos “caída” es un sentimiento que nos aturde y confunde pero que surge de lo que ya sucedió, y que no se puede borrar porque no se puede retroceder en el tiempo, en cambio lo único que resta es aprender de ello y, en el mejor de los casos, a partir de las experiencias que hicimos nuestras, dialogar con los afectados para tratar de subsanar lo que se pueda.

“Levantarse” es a veces algo tan ficticio como las “caídas” que le precedieron, porque ¿cómo recuperarse de algo que no tiene bases sólidas?

Por supuesto es deseable que tratemos de alcanzar nuestros fines y que éstos sean tan utópicos que revolucionen cuanto hacemos, pero veamos que todo esto de lo cual estamos hablando proviene de nuestros pensamientos y no de su fuente: la conciencia.

No se trata de “caer” y “levantarse” las veces que sea necesario, de lo que se trata es de vivir conscientemente.

O dicho de otra manera: si vivimos conscientemente, tratando de aproximarnos a lo más profundo de nuestro ser, veremos que desaparecen una gran cantidad de fenómenos emocionales, psicológicos y trampas intelectuales, que antes juraríamos que así eran.

Vale la pena atreverse.

Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.