domingo, 8 de abril de 2018

¿Cómo se decide la agenda electoral de los partidos?



- La Historia Jamás Contada -

Durante la campaña de 1982, el partido que lanzaba como candidata ciudadana a la Presidencia de la República a la señora Rosario Ibarra, innovó también la escena electoral al incluir representantes de tres sectores sociales hasta entonces ignorados por las “respetables” (¿?) asociaciones políticas tradicionales, comenzando por la del Gobierno. Eran el feminista, los chavos banda y la población homosexual. Algo inaudito en los “usos y costumbres” electorales, pero perfectamente de acuerdo con el desarrollo y diversificación social de esa época.

De quién fue o de dónde se adoptó la idea, no lo sé, pues tanto los dirigentes como la mayor parte de esa agrupación política, eran los típicos intelectuales universitarios “de izquierda”, excesivamente preocupados por el que dirían sus contrincantes y la posibilidad de que les armaran una “guerra sucia” entre la población desprevenida…

Aunque a pesar de incidentes como el de un misterioso niño que se presentó unas horas antes del mitin “a puerta de fábrica” programado en una conocida armadora de autos, repartiendo volantes supuestamente gay impresos sobre papel color de rosa entre los obreros, las cosas no tomaron ese giro, resultando la “audacia” del Partido en cuestión un avance significativo dentro del gazmoño ámbito de lo -aquí sí- POLÍTICAMENTE CORRECTO.

Sin embargo, a 36 años -¡6 sexenios 6!- de ese prometedor comienzo, las cosas no han progresado mucho en esa dirección e incluso, salvo algunas honrosas excepciones, parecen haber retrocedido en estos días a épocas aciagas para la DIVERSIDAD -sexual y las otras-, cuando lo que importaba no era el individuo concreto, sino los “valores” (supuestamente) eternos y universales.

Es obvio que los políticos profesionales de los Partidos no han hecho suya la idea de EVOLUCIÓN de la sociedad y persisten, en términos generales, en seguir concibiéndola como menor de edad y necesitada de amorosos -¿o castrantes?- tutores, en lugar de aprender de sus logros históricos y adecuarse a su paso, planteándole a su vez metas superiores, en una dialéctica productiva.

¿Cuál podría ser la razón de esta actitud? ¿Un pensamiento político anquilosado, que ya no da más de sí por una especie de decrepitud doctrinal? ¿La falta de capacidad teórica para crear un modelo conceptual que refleje con mayor exactitud tanto el estado de la sociedad como los procesos que tienen lugar en ella, AQUÍ Y AHORA? ¿Simple soberbia, esto es, sentirse superiores a los ciudadanos de a pie?

En cualquier caso, sus agendas electorales están plagadas de lugares comunes de otra época, descuidando temas que, tal vez no tan ambiciosos o grandilocuentes como los de la Gran Política de antaño son, sin embargo, de urgente y obvia ATENCIÓN, pues de otra manera, terminarán por prevalecer puntos de vista que se creían superados, planteados por sospechosos grupos emergentes que bien cabrían en la expresión clásica de EMISARIOS DEL PASADO: ¿la recuerdan?

La Historia, incluso la reciente, puede ser una gran Maestra, a condición de que se la tome en cuenta a la hora de definir el FUTURO próximo…

Así que, Señores Candidatos, con o sin Partido: ¡ACTUALÍCENSE POR FAVOR!


Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.

Imagen: hoy.com.do