sábado, 17 de febrero de 2018

El fundamentalismo que viene del Sur




- La Historia Jamás Contada -

La reciente elección presidencial en Costa Rica, en la que resultó ganador de la primera vuelta un  candidato Pastor, es motivo de obligada reflexión sobre los misteriosos caminos –no precisamente del Señor, cualquiera que sea éste- por los cuales ciertos grupos radicales con una agenda muy sospechosa, llegan a hacerse del control gubernamental, en este caso, de todo un país.

El ejemplo clásico de la Era contemporánea es, por supuesto, el Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (NSDAP) –Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes, más conocido por su contracción: “NAZI”- en 1920, con las consecuencias que trajo para el Mundo, pero de cuyo origen, antecedentes y, sobre todo, corrientes subterráneas que confluyeron en él, sólo comenzamos a enterarnos después de la Guerra y no oficialmente, sino gracias al paciente trabajo de los investigadores independientes que, palmo a palmo, han ido reconstruyendo el camino "mafufo” –en contraste con el amarillo del cuento- que culminó en los hechos históricos de los que se han ocupado extensamente los historiadores académicos.

A diferencia de los “simples” golpes de Estado, estos grupos suelen acceder al Poder apoyados por una parte significativa de la población, no sólo identificada con los ideales que proclaman, menospreciados o definitivamente abandonados por los políticos comunes, sino por verlos dispuestos a pasar a la acción directa para llevarlos a la realidad y, cuanto antes, MEJOR, como si se tratara de auténticos (super)héroes providencialmente aparecidos para salvarla.

Es decir, que aun siendo grupos claramente políticos, en realidad no hacen Política alguna, limitándose a implementar “soluciones” aparentemente instantáneas a problemas que parecían no tenerla en absoluto o, si estaban a la vista, NADIE y, menos que nadie, los gobernantes tradicionales, esa casta privilegiada, tenía la menor intención de hacerlo.

Reduciendo lo anterior a sus rasgos esenciales, lo que resulta es un populismo recargado, no sólo demagogia sino que, además, FUNCIONA. ¿Será que finalmente los pueblos se liberaron de la Historia y entraron inadvertidamente al Reino de Jauja? No, y por una sencilla razón: no todos salen ganando. De hecho, alguno(s) o muchos PIERDE(N)… y mucho.

Por eso, y volviendo al acontecimiento que originó este artículo, resulta que de unos años aquí, los avances legislativos –a veces a regañadientes, hay que decirlo- en materia de igualdad de derechos para TODOS, incluyendo a quienes anteriormente se discriminaba por motivos de preferencia sexual o identidad de género, provocaron que los grupos más retardatarios de las sociedades latinoamericanas pusieran el grito en el Cielo o, más exactamente, LIBROsu Libro- para, citándolo -¿con “c” o con “s”?-, tratar de convencer a los, a su conveniencia, “cautos” miembros de los otros Poderes republicanos –en América no existen monarquías, al menos no formalmente- de NO poner en práctica estas nuevas leyes inclusivas.

Sus argumentos transitan entonces de lo sublime a lo ridículo, siendo a veces realmente difícil trazar la línea entre estas dos categorías, como sucede con los de raíz sodomítica, esto es, derivados del mito de Sodoma y Gomorra y otros por el estilo.

Así que las cosas irían para largo, a menos que… -y esta es la razón de la disquisición anterior- estos grupos decidan dar un salto de fe y, usando a su propia feligresía como base social, lanzarse a ocupar directamente cargos de Gobierno, desde los cuales, además de ahorrarse el complicado y costoso lobbying, podrían –al menos eso creen ellos- imponer su particular credo a todos los habitantes.

Por eso es indispensable prestar atención a lo que suceda en la República de Costa Rica, para RECONOCER a tiempo elementos y situaciones que pudieran prefigurar algo parecido. (Por cierto, los nazis también se fueron contra la DIVERSIDAD SEXUAL desde su arribo al Poder, como ocurrió en la, en esa época y en este sentido, muy liberal capital alemana, documentado profusamente en un reciente libro: GAY BERLIN.)


Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.

Imagen: www.celag.org